El Edificio Constitución 1812, el antiguo aulario La Bomba en Cádiz, ha acogido el acto de entrega de los IX Premios a la Implicación Social del Consejo Social de la Universidad de Cádiz, una distinción que reconoce la labor de personas, entidades y proyectos que han destacado por su compromiso con el progreso y la transformación social desde diferentes ámbitos vinculados a la comunidad universitaria.
La ceremonia, conducida por el profesor universitario David Selva, ha dejado “momentos de gran emotividad” y ha combinado intervenciones institucionales con la proyección de piezas audiovisuales dedicadas a cada persona o entidad galardonada.
El primero en tomar la palabra ha sido el propio presidente del Consejo Social de la UCA, Federico Linares, felicitando a los premiados, en quienes aseguró “reconozco los tres valores que me enseñó el mejor maestro que tuve, mi padre”.
Y se explicaba: “el valor de la excelencia profesional, con la búsqueda permanente del bien común, del bienestar colectivo y del progreso social como contribución a hacer que este mundo funcione mejor; el valor de la bondad, la importancia de ser buenas personas con aquellos que nos rodean y tratarlos con respeto, cortesía, generosidad sean quiénes sean; y, por último, el valor del compromiso con la justicia social, el nivel superior de bondad. No hacer solo el bien a quienes nos rodean, es, sobre todo, ayudar a quienes no conocemos y más lo necesitan”.
A continuación, el alcalde Bruno García ha puesto énfasis en que detrás de cada galardón “hay personas, hombres y mujeres, que lo convierten en realidad, que son símbolo de todos aquellos que tanto hacen por la sociedad”.
SEIS RECONOCIMIENTOS
El primer reconocimiento ha sido concedido en la modalidad Estudiante a la asociación RobotUCA, representada por Irene García, quien ha manifestado que desde su grupo “ponemos lo mejor de nosotros para poder ayudar a la sociedad”.
En cuanto al premio en la categoría de Empresa ha ido a parar a Bayport Global Supplie. El CEO de la firma, Rafael Fernández, ha hecho una reivindicación del “sentido común” en la empresa, entendido como la “flexibilidad por motivos humanos para ayudar”, en relación con la ayuda a las víctimas de la DANA sufrida en Valencia.
En la categoría Egresada, el premio ha recaído en Susana Espinosa: fundó en 2018 su propia empresa, Conservas Contigo, con un gran compromiso social, ya que gran parte de su plantilla está formada por mujeres en riesgos de exclusión social.
En el apartado de Investigación en la UCA, la galardonada ha sido la profesora Carmen Morales Caselles por su destacada trayectoria investigadora. La actualmente secretaria del Departamento de Biología ha subrayado la importancia de la transferencia del conocimiento. “Debemos preguntarnos por qué investigamos y para qué lo hacemos”, ha recalcado.
Por otro lado, el Colegio Oficial de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta, representado por su presidente y veterano exconcejal del PP José Blas Fernández, que ha recogido el premio en la modalidad de Institución Social. Fernández se ha dirigido a los estudiantes de la Universidad, a los que les ha pedido “en un momento de cambio, un compromiso ético y la búsqueda de la excelencia” en su labor.
Por último, se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se ha hecho entrega de la Mención Especial del Jurado al equipo de la Unidad de Patología Mamaria del Hospital Puerta del Mar, representado por Diego Alejandro Utor, en reconocimiento a su compromiso con la salud pública y la mejora de la atención sanitaria. En su momento de agradecimiento ha destacado que “el pilar de nuestra labor son las personas que se implican en este proyecto más de lo exigible” y que les hacen ver “los problemas de las mujeres más allá de sus problemas de salud”.
“LA REBELDÍA DE LOS PREMIADOS”
La ceremonia la ha cerrado el discurso del rector, Casimiro Mantell, quien ha puesto en valor la “rebeldía” de los premiados, el nexo común de no conformarse, de “buscar algo más”. “Es rebeldía asumir que el paso por la Universidad no es solo aprobar exámenes, como es rebeldía para la empresa saber que no todo es facturar. Es rebeldía la implicación con la sociedad, es rebeldía crear una empresa para ayudar a personas en riesgo de exclusión, es rebeldía impulsar vocaciones en los jóvenes pese a tener una posición acomodada”.
Igualmente, ha reivindicado “la rebeldía de investigar a contracorriente, cuando faltan energías o falta dinero, en especial cuando se hace pensando en lo mejor para la sociedad”; y “la rebeldía de no conformarse con la enfermedad, con dar sólo un diagnóstico”.
Antes de dar por finalizado el acto, Mantell ha valorado que las diferentes acciones de los premiados este 2025 “llevan a tener un mundo mejor en el mundo el podemos abarcar”. “Enhorabuena, seguid siendo rebeldes”, ha rematado el rector.
Tras la ceremonia se ha llevado a cabo la tradicional una fotografía de familia de todos los premiados y autoridades asistentes, seguida de un encuentro informal en el patio de La Bomba.
