La huelga indefinida entre los trabajadores de Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca cumplirá este lunes su decimonovena jornada afectando y desesperando principalmente a los usuarios del autobús urbano en la capital gaditana.
El conflicto parecía que iba a resolverse al fin la semana pasada tras un preacuerdo sobre el nuevo convenio colectivo alcanzado entre la empresa y gran parte del comité de empresa, pero las asambleas de trabajadores lo rechazaron de forma masiva.
Los sindicatos, desde el principio -recuerdan desde CCOO, único sindicato que no firmó ese preacuerdo-, reivindican entre otros puntos un incremento salarial “que permita recuperar poder adquisitivo”, medidas sobre tiempos de trabajo y descansos, y el control digital de la jornada “que permitan superar el estrés laboral que padece la plantilla”, o el cumplimiento de los derechos amparados por la legislación laboral en materia de licencias y permisos.
Y tras un nuevo intercambio público de reproches y versiones entre las partes, este lunes día 28 han sido citadas en el Servicio Extrajudicial de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla) de Cádiz para someterse a una nueva mediación que logre de una vez acercar posturas tras más de dos semanas de paros, ya que siguen resultando estériles los llamamientos al diálogo y a la responsabilidad del alcalde Bruno García (la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, tampoco es que se implique mucho más).
Esta larga huelga afecta a una plantilla de unas 240 personas, y a miles de personas que se mueven a diario en los autobuses urbanos de Cádiz (soportando esperas, colas y vehículos llenos), pero también de La Isla (con menor incidencia ya que sin paros es un servicio bastante infrautilizado); y a quienes recurren a la línea interurbana entre ambas ciudades vecinas, una de las más demandadas de la movilidad de la Bahía (de hecho, la concesión de la misma ruta se comparte con otro operador, Comes).
AIG APUESTA POR EL RESCATE, EL PSOE POR LA “LICITACIÓN INMEDIATA”
Entretanto, los dos partidos de la oposición en Cádiz siguen reclamando al Gobierno local del PP que actúe. De hecho, Adelante Izquierda Gaditana ha llegado a exigir ya el rescate “de manera urgente” de este servicio de transporte público en la ciudad, y su municipalización. Y dentro de AIG, Izquierda Unida también ha incidido en que “es momento de actuar con responsabilidad y valentía: recuperar el control público del transporte o, al menos, mediar con firmeza para resolver el conflicto”.
Menos radical suena la postura del PSOE: los socialistas avanzan en un comunicado recogido por DIARIO Bahía de Cádiz que elevarán al pleno de julio una propuesta para demandar la “licitación inmediata” del nuevo pliego del servicio, y es que “la demora injustificable” en la renovación del contrato “condena a la ciudadanía a un servicio obsoleto e ineficaz”.
A raíz de esta moción, el portavoz municipal socialista, Óscar Torres, también ha puesto sobre la mesa que en ningún momento el alcalde ha sabido adelantarse a la huelga, que llevaba semanas anunciada.
Además, recuerda que esta concesionaria histórica (está al frente del servicio desde el siglo pasado sin que nunca se haya licitado formalmente el contrato) “todos los años percibe varios millones de euros extra en concepto de déficit de explotación, pero a Bruno García parece no importarle este malgasto del dinero público porque no hace absolutamente nada por sacar un nuevo pliego”.
El principal partido de la oposición se queja de que “llevamos años escuchando promesas incumplidas. Tanto el anterior gobierno como el actual han anunciado en varias ocasiones que la publicación del nuevo pliego era inminente, pero la realidad es que seguimos anclados en un contrato caduco que no responde a las necesidades de una capital moderna, sostenible e inclusiva”.