Rafael Zornoza ya no es obispo de Cádiz. Casi dos semanas después de trascender que el Vaticano ha abierto una investigación por pederastia contra él, por presuntamente agredir sexualmente a un menor cuando era sacerdote en Getafe, en los años 90 del siglo pasado, se anuncia que el papa León XIV ha aceptado la renuncia del prelado, de 76 años de edad, y ha nombrado al jurista, filósofo y teólogo Ramón Darío Valdivia Giménez, obispo auxiliar de Sevilla, como administrador apostólico de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, en espera de que se decida un nuevo obispo.
“Queridos hermanos sacerdotes y diáconos; consagrados y consagradas; seminaristas y familias, ¡contad conmigo para impulsaros a responder a los desafíos del mundo con un cristianismo maduro y entregado! ¡Queridos niños y jóvenes, adultos y personas mayores, enfermos y necesitados, pobres y migrantes, ojalá podáis encontrar en mí el hermano que os acoja y muestre el camino hacia Dios!”. Son las primeras palabras de este sacerdote sevillano nacido en Osuna en 1974 (camino de los 51 años) al aceptar dicho encargo.
Sobresale que comienza esta “misión” en la que se entregará “hasta el extremo”, con “la confianza de quien no llega como un extraño. Aunque hay muchas zonas que aún no conozco de vuestra diócesis, otras en cambio, me son muy cercanas, tanto geográfica como espiritualmente. Espero poder estar cerca y testimoniar el amor de Dios”.
Valdivia, sin referirse en ningún momento al caso de presuntos abusos que persigue al obispo saliente, no olvida agradecer a Zornoza “su servicio en esta Iglesia durante los últimos catorce años. Rezaremos especialmente para que recupere totalmente la salud”.
Finalmente, en este primer escrito dirigido a los “hermanos”, recogido por DIARIO Bahía de Cádiz, muestra su “reconocimiento y disponibilidad” a la sociedad civil de Cádiz y Ceuta: “la pluralidad religiosa, cultural y social que configura nuestra Diócesis es una oportunidad significativa para seguir aportando dinamismo y esperanza a nuestra sociedad. La peculiaridad geográfica la convierte en puerto de llegada y salida, por tanto, lugar de encuentro y de conocimiento mutuo. Os pido que me ayudéis a colaborar para que yo también sea, puente de unidad y de paz”.
Monseñor Valdivia era desde 2023 obispo auxiliar de Sevilla. Es licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Hispalense, y fue ordenado sacerdote en septiembre de 2003. Y asume que este paso por Cádiz “será un periodo transitorio, pero cada instante cuenta en nuestro camino de fe, por eso estoy decidido a vivirlo con intensidad y agradecimiento”.
“UNA ACUSACIÓN INJUSTA Y FALSA”
En paralelo, Rafael Zornoza ha vuelto a manifestarse tras días en silencio. Desde que se conoce que está siendo investigado canónicamente por abusos sexuales, esa lacra que lleva años ensombreciendo a la Iglesia Católica, optó por suspender su agenda pública “para el esclarecimiento de los hechos, y para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo”, según la propia Diócesis, que calificó las acusaciones contra él como “muy graves y además falsas”.
Al respecto, el obispo saliente revela que desde el verano de 2024 ha presentado su renuncia en dos ocasiones, aceptada ahora por el papa actual, al que expresa su agradecimiento “por su comprensión y cercanía paternal, al haberme concedido el poder dedicarme plenamente a los tratamientos médicos que requiere mi actual estado de salud, así como a atender con serenidad y confianza en Dios mi defensa ante una acusación injusta y falsa, que está siendo estudiada por la Iglesia”.
“Estos años han sido para mí un tiempo de entrega y de gracia, en los que he compartido con vosotros la alegría y la esperanza de servir a Cristo en esta tierra bendita. Agradezco de corazón a los sacerdotes, consagrados y laicos su colaboración, su oración y su cariño durante este tiempo de ministerio”, añade Zornoza Boy.
CATORCE AÑOS NO SIN POLÉMICAS
Madrileño de nacimiento, fue ordenado sacerdote en 1975, y nombrado Obispo de Cádiz y Ceuta en 2011 (su cargo anterior era obispo auxiliar de Getafe, desde 2005), reemplazando a Antonio Ceballos una vez jubilado.
Se cierra así casi década y media cuestionada en muchos momentos por quienes le han achacado una gestión priorizando lo económico a lo social. El Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de la Bahía de Cádiz le señalaba recientemente por “poner el patrimonio diocesano al servicio de la rentabilidad económica, el enfrentamiento y la tensión constante con sacerdotes y comunidades religiosas, la falta de caridad y atención para con los pobres, los despidos de trabajadores de la Iglesia diocesana y la falta de respuesta del obispo y la jerarquía eclesial española”.
Sin duda, no es la jubilación deseada por Rafael Zornoza: de momento, y más allá de su mejor o peor gestión al frente de la Diócesis, pasará a la historia como el primer obispo en el Estado español investigado canónicamente por presuntos abusos sexuales a un seminarista desde que tenía 14 años.













