CRÓNICA JORNADA 17. Tras la victoria analgésica en Córdoba y el ridículo copero en Murcia, el Cádiz recibía este domingo en horario antifútbol donde los haya, las dos de la tarde, a un Racing de Santander colíder y con pintas de serio aspirante al ascenso. Un choque para confirmar la mediocridad de los amarillos o bien para callar bocas a los muchos que ya cuestionan abiertamente la propuesta de no-fútbol de Gaizka Garitano, incluso siendo efectiva a veces.
“No tenemos jugadores que te resuelvan un partido solos como los que tienen otros equipos. Nuestro éxito pasa por competir bien colectivamente, ser sólidos defensivamente y crecer desde ahí. A golpes no podemos jugar”, reflexionaba en la previa el técnico vasco, subrayando que cuando cambia “es para mejorar al equipo. Todo el mundo tiene que estar enchufado”. “Si queremos aspirar a lo máximo, tenemos que ganar mucho más. Ir sextos no es suficiente si queremos estar arriba”, lanzaba además como aviso al vestuario, a la directiva (ahora que se acerca el mercado de fichajes de invierno) y al cadismo.
Con Suso, Ontiveros y Bojan en la enfermería, entre otros, los de casa salían de inicio calcando el último once de El Arcángel: Aznar, en la portería; Iza, Climent, Iker Recio y Jorge More, en defensa; Diakité y Ortuño, en el centro del campo; De la Rosa y Brian Ocampo, a los costados; y arriba, Dawda y Roger Martí.
Con sobresalto racinguista ya en su primer acercamiento se iniciaba un choque con notable presencia de aficionados cántabros en las gradas del Nuevo Mirandilla. Pero en el minuto 5 el susto gaditano era mayor, y Dawda Camara acertaba culminando una acción rápida (estrenándose en liga con la elástica amarilla), tras asistencia del extremo onubense por la derecha. Subía al marcador ese insospechado y tempranero 1-0.
Los hombres de José Alberto López no parecían encontrarse tras el varapalo, ante un Cádiz dominado que al menos mostraba intensidad, garra y ganas. Y en otra contra, en el 15, subía el segundo, tanto de Roger, aprovechando el rechace tras un centro de un batallador De la Rosa.
Aunque con el 2-0 sí hubo reacción visitante, y ni cinco minutos después Íñigo Vicente se marcaba un bonito gol dentro del área para acortar diferencias en el electrónico.
El Racing, a trompicones, llevaba la iniciativa mientras los de Garitano trataban de no recular del todo, y superada la media hora de juego Dawda estaba a punto de hacer el tercero en una jugada nacida de un saque de puerta del brasileño. Acción replicada al otro lado del campo por un lanzamiento con peligro de Andrés que se estrellaba en el lateral de la red.
Entretanto, el árbitro desesperaba a todos con sus tarjetas selectivas. El mismo delantero mauritano-gironí fallaba en boca de gol cuando se llegaba al minuto 45. Y ya en el descuento, con cinco de propina, Víctor Aznar evitaba el empate frustrando la internada de un jugador santanderino.

EL CÁDIZ BUSCÓ EL TERCERO… Y CAYÓ EN EL DESCUENTO
Con el mismo guion se presentaba el segundo tiempo, y en el 53 un cabezazo de Roger estaba a punto de ser el 3-1, pero una gran mano de Jokin Ezkieta lo frustraba. En la siguiente acción, una jugada individual de Ocampo también estaba cerca de entrar. Y García Pascual sustituía en la delantera al de Torrent, y también firmaba una tímida ocasión. El Racing no estaba cómodo y el Cádiz se venía arriba inconscientemente.
Sin embargo, cuando más diluido y disperso se sentía sobre el verde el rival, igualaba la contienda con un gol de la nada en el minuto 63, obra de Andrés. La reacción de Garitano llegaba recurriendo a Iuri Tabatadze por De la Rosa. En el 74, Aznar salvaba ya con otra intervención meritoria el 2-3, mientras en el otro área, a los amarillos parecía quemarles la pelota y nadie se decidía a disparar, hasta que García Pascual la mandaba a las nubes.
Para la recta final, con los visitantes más conformistas y los de casa queriendo ir a por la victoria, Efe reemplazaba al charrúa en la banda zurda. Y Diakité probaba desde lejos, sin la fortuna del pasado domingo, y llamaba a la grada a animar un poco más.
Otros cinco de tiempo añadido… y súbitamente, otra vez, el Racing de Santander demostraba sus hechuras arriba y marcaba un injusto 2-3, gol de Andrés Martín, remontando aquel tempranero 2-0 del primer tiempo; dejando helado al Nuevo Mirandilla al borde de las cuatro de la tarde. Una afición local que ni pitó en la amarga despedida, y es que en esta ocasión ni se le podía reprochar al equipo indolencia. Se peleó, se luchó, incluso se tuvieron buenas ocasiones, pero no bastó ante un conjunto cántabro mejor y con una calidad arriba envidiable.
“Esto va de contundencia, de marcar más goles que el rival”, sentenciaba el eufórico entrenador racinguista tras lo visto en el terreno de juego, pudiendo quedarse con el botín de los tres puntos cualquiera, pero ganó el que tuvo más pegada.
“Sus goles son de otra categoría, difíciles de defender”, apuntaba por su lado en el post-partido Garitano, reconociendo que “ha sido una derrota cruel, dura de digerir, y es que hemos hecho un gran partido, uno de los mejores de la temporada. Y lo hemos hecho con lo que tenemos, sin Suso ni Ontiveros. Hemos perdido, pero este es el camino”. DIARIO Bahía de Cádiz
















