En lo que va de 2025, han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas hombres 38 mujeres (11 de ellas en Andalucía), junto con tres menores, sumándose desde 2003 (cuando se empezaron a contabilizar estas muertes) cerca de 1.333 víctimas por el hecho de ser mujeres.
Estas cifras frías aportadas por el Ministerio de Igualdad, que no esconden los dramas personales que hay tras cada caso, enmarcan un nuevo 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La jornada de este martes violeta ha estado protagonizada por incontables actividades institucionales y sociales organizadas en todo el país, la provincia y, por supuesto, en la Bahía de Cádiz. Y una vez más han sido muchos los actos y manifiestos de recuerdo, condena y reivindicación, impulsados sin unidad alguna por instituciones, sindicatos, partidos políticos, movimientos, colectivos, asociaciones o centros educativos, entre otros.
Además, con ocasión de este día conviene no olvidar que la provincia gaditana mantiene activos en el Sistema VioGén un total de 4.224 casos de mujeres víctimas de la violencia machista a día de hoy.
“NO QUEREMOS SOPORTAR LA VIOLENCIA, QUEREMOS ERRADICARLA”
En la capital gaditana, el 25-N más reivindicativo se ha vivido por la tarde, con la concentración promovida en la Glorieta Ana Orantes por la Comisión 8M Cádiz (integrada por colectivos feministas, tanto aquellos que tienen esta lucha como objeto central como otros que trabajan desde la perspectiva feminista), que este 2025 ha englobado sus actividades bajo el lema ‘Ante la escalada de violencias machistas, salimos a las calles: feminismo y resistencia’.
“Hoy recordamos a las que ya no están, a las que fueron asesinadas y silenciadas por sus parejas, exparejas, por sus padres; recordamos a quienes no fueron creídas, por ser mujeres, gitanas, migrantes, menores… porque para este sistema cisheteropatriarcal racista y colonial nuestras vidas no valen nada. Hoy recordamos a las que siguen vivas pero rotas, esperando justicia, un trabajo digno, una cita médica, el fin del genocidio y la guerra. Hoy recordamos, nos organizamos y luchamos”, subraya el manifiesto leído en el acto.
De la misma manera, se ha incidido en que “denunciamos todas las violencias machistas: las que se cometen con golpes, y las que se ejecutan con sellos institucionales, como las ordenanzas municipales que precarizan aún más a las trabajadoras sexuales. Las violencias que matan de un golpe, y las que matan poco a poco en listas de espera; en nuestras aguas de la frontera sur; en los CIEs; a través del ciberacoso; o mediante los discursos de odio que deshumanizan”.
“Seguiremos nombrando la violencia que otros maquillan. Seguiremos gritando que nuestros cuerpos no son del Estado ni del mercado. No queremos sobrevivir. Queremos vivir. Queremos justicia feminista, condiciones de vida dignas, derechos y un sistema público que cuide de todas, de todes. Seguiremos gritando: no queremos soportar la violencia, queremos erradicarla”.
Y es que para los colectivos feministas, el 25 de noviembre “no es un ritual, es un grito de memoria, de rabia y de resistencia colectiva”. “Tenemos claro que ante la escalada de violencia que vivimos en los hogares, en las calles, en los trabajos, en los juzgados y desde los gobiernos que nos abandonas, solo nos cabe una respuesta: feminismo y resistencia; seguiremos unidas, insumisas y combativas”, se apostilla.
También por la tarde, y al margen de la Comisión 8M, colectivos abolicionistas como Somos Ellas y Feministas de Raíz llevaron a cabo una discreta marcha silenciosa desde la Audiencia Provincial a la plaza del Palillero.
“LA VIOLENCIA NO TIENE CABIDA EN NUESTRAS VIDAS, NI EN NUESTROS SUEÑOS”
Horas antes, por la mañana se han ido sucediendo los actos más institucionales, cada uno por su lado, una desunión sintomática… Centrados en Cádiz (en toda la Bahía se han sucedido acciones promovidas por ayuntamientos o bien por colectivos), por parte del Consejo Municipal de la Mujer se ha leído un manifiesto a las puertas de la Fundación de la Mujer, en la plaza del Palillero, junto a simbólicos pañuelos y paraguas violetas.
“El color violeta -se remarca- nos une, nos recuerda la fuerza de la sororidad, la dignidad, la resistencia y la memoria de todas las que ya no están, y de todas las que seguimos en pie tejiendo futuro, sanando heridas y construyendo igualdad”.
“Hoy con nuestros paraguas abiertos y nuestros pañuelos al viento reafirmamos que la violencia no tiene cabida en nuestras vidas, en nuestras calles, ni en nuestros sueños porque cada gesto, cada símbolo, cada paso, es una semilla de libertad y justicia”, subraya dicho manifiesto, que además pone el foco en el edadismo; en la violencia digital y en esa generación de jóvenes que “minimizan o niega la existencia de la violencia de género y percibe el feminismo no como una lucha por la igualdad, sino como una amenaza”; o en la prostitución y la explotación sexual.
Entre este 26 de noviembre y el 10 de diciembre, además, la Fundación Municipal de la Mujer junto con la Universidad de Cádiz impulsa la campaña ‘16 días para recordar que son 365 luchando contra la violencia de género’, que contempla varias charlas y actividades formativas.
“NO NIEGUES, NO NORMALICES, NO DISCULPES”
La Junta de Andalucía, por su lado, ha leído su propio manifiesto a las puertas de la delegación del Gobierno en la plaza de España, junto a alumnado del colegio religioso privado-concertado Carmelitas; un texto que llama este 25-N a no normalizar ninguna expresión de violencia que puedan sufrir las mujeres.
La campaña institucional “pensada para generar debate” promovida por la consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, a través del Instituto Andaluz de la Mujer, bajo el lema ‘No niegues, no normalices, no disculpes’, contrapone las violencias más evidentes con otras que pueden pasar inadvertidas, dando visibilidad a todas esas formas de violencia de género que se disfrazan de amor o celos.
La idea de dicha campaña se construye sobre un paralelismo claro: contraponer las violencias más evidentes con aquellas que a menudo pasan desapercibidas. Un bofetón es violencia de género. Exigir contraseñas de redes sociales, también. Todas las violencias cuentan, no solo las que dejan huellas físicas. El concepto invita a abrir los ojos, sin negar, sin normalizar, sin disculpar.

“HAY QUE CONSTRUIR UNA SOCIEDAD IGUALITARIA, LIBRE Y SEGURA PARA TODAS”
A su vez, la Subdelegación del Gobierno en Cádiz ha celebrado un acto de recuerdo y homenaje a las víctimas, con la lectura de los nombres de las 41 mujeres y niños asesinados en lo que va de año.
Junto a representantes de otras entidades y colectivos, la subdelegada Blanca Flores ha leído el texto institucional en el que el Gobierno de España reafirma su compromiso firme e inequívoco, tolerancia cero frente a todas las formas de violencia machista: “nuestro objetivo es claro, construir una sociedad igualitaria, libre y segura para todas las mujeres y niñas. Una sociedad donde la dignidad y los derechos humanos sean innegociables. Esta lucha exige una respuesta integral, sostenida y coordinada desde todas las instituciones públicas”.
A continuación, los presentes han participado en la colocación de piezas de puzle que han conformado varios mensajes contra la violencia de genero; una acción con el sentido simbólico de que “todos podemos colaborar para erradicar esta lacra”, se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz. Y han visitado en el vestíbulo de la Subdelegación la exposición ‘No te olvido, te dibujé en poemas’, con poemas y dibujos vinculados a alguna violencia de género.

PSOE: “MORENO BONILLA ESTÁ ATRAPADO EN EL LENGUAJE ARCAICO DEL NEGACIONISMO”
En paralelo, este mismo 25-N, el PSOE gaditano ha querido renovar públicamente su compromiso en la lucha contra esta lacra, y denunciar “la gestión y el lenguaje” empleado por el Gobierno de Moreno Bonilla en la Junta.
Así, el secretario de Organización del PSOE de Cádiz, Juan Cornejo, ha calificado de “auténtica barbaridad” que la página web oficial de la Junta de Andalucía siga refiriéndose a los crímenes machistas como “violencia doméstica e intrafamiliar” en pleno año 2025.
Por su parte, la secretaria de Igualdad, Natalia Álvarez Dodero, ha lamentado que en Andalucía “se implanta el negacionismo” y que el dinero del Estado se destine a merchandising que “no sirve para salvar a las mujeres”. “Para salvar a las mujeres que están siendo víctimas de violencia no sirven los abanicos, los gorros, las bufandas, los bolsos”, ha criticado.
Además, esta socialista es especialmente crítica con la relación de la derecha con los colectivos feministas: “necesitamos un asociacionismo de mujeres fuerte, reivindicativo, rebelde, incómodo, sobre todo para los que están en el gobierno… Al PP le gusta mucho domesticar a las asociaciones de mujeres. Les molesta, les incomoda, como lo hemos estado viendo últimamente con los cribados de cáncer de mama”.
En definitiva, este 25-N de 2025 deja una evidencia compartida en todos los actos: la violencia contra las mujeres sigue siendo una herida abierta que exige unidad, recursos y voluntad política real, y menos contaminación ultraderechista. Mientras instituciones, colectivos y ciudadanía mantienen caminos a veces divergentes, la exigencia común permanece intacta: que ninguna mujer más sea asesinada, que todas puedan vivir libres y seguras, y que el compromiso contra las violencias machistas no se limite a gestos y a una fecha en el calendario.














