El Gobierno local del PP en el Ayuntamiento de Cádiz ya tiene replanteada la obligatoria implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en la ciudad, que seguirá implicando al casco histórico y al paseo marítimo.
Un modelo menos “restrictivo y drástico” que el que estuvo barajando antes de salir de San Juan de Dios el anterior ejecutivo izquierdista liderado por José María González ‘Kichi’, con Martín Vila como responsable de Movilidad. Se pasará de pensarse en permitir únicamente el “tráfico de necesidad” a no aplicar ningún tipo de limitaciones a los residentes, contaminen poco o mucho sus coches.
Al respecto, el 31 de octubre se celebrará un pleno extraordinario en el que se debatirá y someterá a aprobación esta demorada Zona de Bajas Emisiones para la ciudad rediseñada por la derecha. Las ZBE están contempladas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a implantar dichas áreas (donde se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire).
Junto a los concejales de Urbanismo y de Movilidad, José Manuel Cossi y José Manuel Verdulla, el alcalde Bruno García ha confirmado además que su aplicación se hará de manera progresiva, “y va a ser posible porque ya está lista la redacción de la ordenanza municipal y el proyecto técnico de bajas emisiones”.
Respecto al trabajo ya iniciado en el mandato precedente, se mantienen las dos zonas previstas en la que implantar las restricciones: por un lado, la interior del centro histórico (descartando la circunvalación) y, por otro lado, el paseo marítimo en el tramo comprendido de algo más de un kilómetro en dirección Cortadura y ya semipeatonalizado entre el hotel Playa Victoria y la calle Caracola.
Mientras, el único cambio es que inicialmente se pretendía que solo pudieran circular por esas áreas vehículos con etiqueta Eco y Cero, de vecinos y visitantes; y el PP es un poco menos exigente, y totalmente permisivo con los empadronados en la ciudad: que no se enfade ningún potencial votante.
SOLO HAY RESTRICCIONES PARA VISITANTES Y TURISTAS
De este modo, según la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, en el año 2026 podrán seguir circulando por la Zona de Bajas Emisiones los vehículos de residentes en la ciudad en todas las categorías de etiquetas o los que carecen de ella, con coches antiguos o nuevos. Sin embargo, ya empezará a haber restricciones (y multas) para los de no empadronados en la capital: si quieren acceder a calles del centro o al paseo marítimo deberán tener los distintivos Eco, Cero o C, de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Y a partir de 2027 el criterio será el mismo, salvo que se aumenta la restricción para los de fuera de Cádiz también en el caso de los vehículos con etiqueta C: ya no se podrá acceder a la ZBE con dicha etiqueta.
Además, tampoco se verán afectados ni los vehículos de carga y descarga, ni los taxis ni las personas con movilidad reducida, entre otros.
El Ejecutivo de Bruno García prevé que la ZBE pueda estar en marcha y aplicando sanciones en los últimos días del mes de diciembre, que es a lo que obliga la normativa. La multa es de 200 euros por incumplimiento, que puede aumentar en un 30% en el caso de reincidencia durante un año.
Una vez que se apruebe en pleno se abrirá un periodo de información a la ciudadanía y se establecerán canales de comunicación para que conozcan cómo va a funcionar y todas las casuísticas posibles. Estará operativa también la oficina de información al ciudadano en el Palacio de Congresos.

INVERTIDOS MÁS DE 2 MILLONES DE FONDOS EUROPEOS
La inversión para la puesta en marcha de este sistema ha sido de 2,3 millones de euros, a través de fondos Next Generation (logrados en el pasado mandato) y municipales. En concreto se han instalado 33 cámaras en los accesos al casco histórico y al tramo afectado del paseo marítimo, y dos estaciones de medición de la calidad del aire. También se cuenta con un software para la identificación de matrículas con el objetivo de detectar si tienen permiso para acceder a la ZBE.
Igualmente, se contempla la instalación de pantallas informativas sobre la calidad del aire y las plazas de aparcamiento disponibles en los parkings.
“ES EL MODELO MÁS ADECUADO PARA CÁDIZ”
Bruno García ha incidido en que la ZBE es obligatoria y que tiene como objetivo mejorar la calidad ambiental y atmosférica, por lo que “no tendría sentido aplicar medidas drásticas allá donde haya un problema de mala calidad del aire”.
Y se aferra al último informe de la Red de Vigilancia y Control del aire en Andalucía de 2023 que refleja que Cádiz cumple con todos los parámetros en cuanto a la calidad del aire relacionado con las emisiones y durante 2024 en la gran mayoría de los días la calidad del aire fue buena o muy buena.
En el proyecto técnico para la implantación de la ZBE, contratado a una empresa externa, se recomienda que no se pongan en marcha acciones drásticas, aunque se establecerá un protocolo en el caso de que haya un periodo en el que la calidad del aire indique que es necesario restringir más el acceso, añaden desde el Gobierno local.
Por otro lado, en cuanto a las zonas elegidas para aplicar limitaciones del tráfico, el alcalde ha evidenciado que la zona interior de intramuros ya es casi una Zona de Bajas Emisiones porque la configuración tan estrecha de su viario “invita a no circular”. “Muchas de las calles se encuentran peatonalizadas y la limitación del aparcamiento en el interior a los residentes supone también una disminución del tráfico. Además, también hay una buena red de aparcamientos públicos en el perímetro del casco histórico”, ha apuntado. Y en lo que se refiere al tramo final del paseo marítimo, desde hace unos años ya solo permite el acceso a los residentes con plaza de garaje.
“Este modelo de ZBE es el más adecuado para la ciudad por las circunstancias ambientales de buena calidad del aire y por la propia configuración de su tráfico. Y sobre todo, el residente de Cádiz no se va a ver afectado”, ha resumido el primer edil del PP, que además ha apostillado que “el objetivo es mantener la calidad medioambiental del aire y poner en marcha otras medidas como el aumento de la peatonalización de calles del centro y la mejora del transporte público”. Aunque la licitación del nuevo servicio de autobuses urbanos se viene prometiendo año tras año…