La ciudad de Cádiz será escenario el 20 de noviembre del “mayor simulacro de emergencia que se ha realizado hasta la fecha en el territorio español”. Un simulacro de tsunami bautizado como Respuesta25 que se viene anunciando desde hace meses, promovido por la Junta de Andalucía con la implicación del Ayuntamiento (que en octubre aprobó su Plan de Actuación Local ante el riesgo de maremotos), cuyos detalles concretos acaba de desvelar desde Sevilla el consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias, Antonio Sanz.
“Es necesario que nos preparemos para el peor de los escenarios, aunque esperemos no tenerlo que vivir nunca, porque no es cuestión de suerte, es trabajo, anticipación, planificación, coordinación y cooperación leal con todas las instituciones para prestar el mejor servicio a los andaluces”, ha subrayado el consejero jerezano.
El principal objetivo es testar las capacidades ante un terremoto similar al de Lisboa de 1755, al que sucedió un maremoto que azotó la costa onubense y gaditana. En el caso de Cádiz, tras desencadenarse la catástrofe, la población relacionó la retirada de las aguas con una supuesta intervención divina de la Virgen de la Palma, muy presente todavía hoy en el barrio de La Viña.
El aviso de maremoto (simulado) saltará sobre las 10.03 horas del próximo jueves y a partir de ese momento, activándose el Plan de Emergencia ante el Riesgo de Maremoto en Andalucía, se probará todo el sistema de atención y coordinación como la respuesta de la ciudad ante un tsunami, los tiempos de atención de operativos y la propia reacción de la población ante una situación de riesgo de esta naturaleza, además de la puesta en funcionamiento de los sistemas de aviso masivo como el Es-Alert, pero también de otros sistemas sonoros como son megafonía, campanas, etc.
El ensayo va a implicar de forma directa a más de 20.000 personas, entre ellos 1.000 efectivos de operativos de seguridad y emergencia (del Estado, Junta y Ayuntamiento) y más de 19.000 vecinos, además de diversas empresas, hoteles y centros educativos. Y aunque el epicentro será la capital, también participarán otros municipios costeros gaditanos como Puerto Real, Rota, Chipiona, Conil, Los Barrios y La Línea, activando sus planes locales de emergencias.
HASTA CINCO ESCENARIOS DISTINTOS
El simulacro contará con hasta cinco escenarios distintos, según se detalla en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz. El primero de ellos, en la plaza de San Antonio, donde se va a probar la evacuación en altura y en horizontal de hoteles, centros de mayores, empresas edificios públicos y centros educativos. En este apartado se espera la participación de más de 2.500 escolares. Con todo, desde hace unos años el Ayuntamiento está realizando otros simulacros de evacuación más modestos con colegios de extramuros y del casco antiguo.
El segundo escenario va a tener como protagonista el Museo de Cádiz para la puesta en práctica de la protección del patrimonio; mientras que el tercer gran escenario tendrá lugar en la playa de Santa María del Mar en el que se van a practicar los avisos a surfistas, rescates y en donde se va a trabajar también el protocolo de actuación forense, el del Instituto de Medicina Legal.
El cuarto será el recinto portuario, en la que desde el Colegio de Arquitectos se probará el protocolo de valoración de daños en edificaciones.
Finalmente, el quinto escenario ya fuera de Cádiz se desarrollará en la zona portuaria de El Puerto de Santa María, donde la Unidad Militar de Emergencias (la UME, tan denostada por la derecha en los años de su creación por el Gobierno de Rodríguez Zapatero) hará prácticas de búsqueda de desaparecidos con bomberos y sanitarios, entre otros.
DIFERENTES ANÁLISIS Y EVALUACIONES
Las capacidades y tiempos de evacuación vertical, es decir, en altura, y horizontal (alejamiento de la zona inundable) van a ser, asimismo, objeto de análisis y evaluación como también el funcionamiento de las comunicaciones entre las distintas administraciones y con los operativos y empresas participantes.
Igualmente, se van a probar otras capacidades como los mecanismos de salvaguarda de los bienes culturales, así como el sistema Pemea (Pan-European Mobile Emergency Application) que permite que cualquier aplicación desarrollada bajo este estándar se pueda comunicar directamente con el 112. En este caso, se va a probar el sistema de mensajería al 112 por chat, para personas con diversidad funcional como las personas sordas.
En este gran simulacro gaditano (el cuarto de emergencia regional que desarrolla en Andalucía desde 2021 ante variopintos riesgos y desastres) se usarán las distintas funcionalidades que ofrece la REJA (Red de Emergencias de la Junta de Andalucía), y la conexión de los puestos de Mando con el Centro de Coordinación Operativa Integrada con las salas 112, a través de la Plataforma de Gestión de Emergencias de Andalucía (GEA).
Con Respuesta25, Andalucía busca no solo poner a prueba sus sistemas de emergencia, sino también concienciar a la población sobre la importancia de saber cómo actuar ante un riesgo real de tsunami.
MENOS DE UNA HORA PARA PONERSE A SALVO
El chivato de un maremoto real suele ser un terremoto; después hay un periodo de oleaje de unos 25 minutos aproximadamente preparatorio que puede venir con una retirada del mar o una subida muy rápida del nivel de agua.
El Plan de Maremotos a nivel andaluz destaca que la vertiente atlántica (donde se incluye la Bahía de Cádiz) presenta un índice más alto de peligrosidad, con alturas de inundación de media de entre cinco y ocho metros, con máximos de 12 metros en algunos puntos de la costa en la franja entre Conil y el Cabo de Trafalgar. De este modo, la zona costera andaluza más expuesta es la definida entre Ayamonte y Tarifa.
En estos puntos (donde entra la capital gaditana y el resto de la Bahía), los tiempos de llegada de la ola son de aproximadamente en torno a 45-60 minutos y, dada la orografía, las zonas quedarían inundadas durante más tiempo.
Ante esa alarma de tsunami, existen una serie de recomendaciones básicas: buscar la altura máxima cercana (mínimo una cuarta planta), y en el caso de Cádiz, no tratar de huir de la ciudad (rodeada de mar); no usar el coche ni el ascensor bajo ninguna circunstancia; o ayudar a otras personas si necesitan acceder a tu piso para estar a salvo.
En el caso de estar en casa, cerrar las llaves de agua, luz y gas y apartarse de ventanas y muebles; y tener siempre una radio analógica a mano por si hay apagón y seguir las instrucciones, y preparadas pilas o un botiquín mínimo.
Y por supuesto, no quedarse en la playa ni cerca para tratar de observar las olas y subida del nivel de mar.














