Cádiz Romana (o Gades Romana, según los gustos), la segunda edición de la iniciativa plurianual del Ayuntamiento gaditano ‘Orgullos@s de nuestra historia’, tras Cádiz Fenicia en 2024, vivió en la noche de este sábado su momento álgido con ‘Foedus Gaditanorum’, rematado con otro himno a la ciudad, regalo de Martínez Ares.
Un macroespectáculo hecho por y desde Cádiz (que quizá adolece de más Cádi Cádi, de ese pellizco…), para Cádiz y algún turista otoñal despistado, en la víspera de la última jornada de esta semana y algo más de “pan y circo”: exposiciones, recreaciones históricas, cortejos y desfiles, animaciones teatralizadas, ponencias, un mercadillo… y la pasada apertura formal en la plaza de San Juan de Dios, convertida de alguna manera en el Theatrum Balbi, en la que se escenificó la llegada a la ciudad de Escipión El Africano, con elefante y todo, para rubricar el foedus, tratado de lealtad por el cual la entonces Gadir se asociaba a Roma.
Una ceremonia de cierre que, como la inaugural, tiene la impronta del gaditano Juan Sebastián Domínguez (entre otros muchos trabajos, fue uno de los escenógrafos de la candidatura española en Eurovisión 2024, para el tema ‘Zorra’ de Nebulossa). En esta ocasión fluyendo frente a las Puertas de Tierra, en la plaza de la Constitución, alrededor del controvertido “faro romano de Gades” que se ha levantado, tarde, en la zona (un gasto de casi 50.000 euros para una estructura de tubos oculta por una lona, con 13,50 metros de altura y 16 de ancho).
Una propuesta artística de calle con la implicación de unas 400 personas, que ha obligado a cortar el tráfico en un punto crucial y simbólico de la capital (y no solo este viernes, también en los días previos por los ensayos), distribuida en diferentes espacios escénicos de la misma plaza, con “un formato de 360” pensando en el mucho público asistente desde cualquier rincón.
Producido por el Ayuntamiento y contando mayoritariamente con gaditanos (entre los actores, intérpretes, músicos y cuerpo de baile, pero también entre sus creadores), el espectáculo, puntual y durante poco más de una hora, se fue construyendo a partir de pasajes sueltos de la historia real de la Gades Romana. Esta vez, sin los guiños cómicos y gaditas de la inauguración.
“GADES NO CAYÓ, ELIGIÓ”
La obra parte del periodo histórico donde finalizó ‘Gadir, el resurgir de los fenicios’ (el espectáculo de clausura de hace un año de Cádiz Fenicia, contratado entonces a los catalanes de La Fura dels Baus y escenificado en la misma playa de La Caleta), enlazando la historia a través del mismo bailaor Eduardo Guerrero, protagonista entonces, representando en este nuevo espectáculo al pueblo fenicio.
Así, no se olvida de la influencia de los cartagineses desde el año 550 a.C. y el relato de las Guerras Púnicas, hasta concluir con el foedus de Gadir del año 206 a.C. tratado por el cual Gadir se asociaba sin sangre ni resistencia al Imperio Romano: “Gades no cayó, eligió… en esa elección hayamos nuestra inmortalidad”.
Un pacto escenificado en la obra por Guerrero y Pasión Vega (surgiendo “en globos” y cantando por los aires), simbolizando “la transición de Gadir a Gades” a los pies de la Puerta de Tierra y su fuente actual, “lugar de inicio y fin que conectaba mediante la vía Augusta Roma con Cádiz”, motivo por el que se ha elegido esta ubicación para desarrollar el espectáculo, se aclara en la información trasladada a DIARIO Bahía de Cádiz.
Un reflejo de la unión de Gades y Roma presidido por ese faro, “que era otro de los elementos de importancia al guiar las rutas marítimas del imperio hasta el fin del mundo conocido”, y que en esta propuesta artística funciona como escenario principal.
Entre los diferentes episodios que se van encadenando, se sucede la adoración a la diosa egipcia Isis (con templo romano en Baelo Claudia); la llegada en barco de Julio César… “pueblo de Gades, vengo a pediros ayuda, estamos en guerra contra Pompeyo” (durante la segunda guerra civil romana, César ganó una batalla fundamental contra los pompeyanos en Hispania, cerca de Cádiz): “gracias, desde hoy, Gades será civitas romana, la primera ciudad libre e independiente del imperio”; y un recuerdo a las puellae gaditanae, el nombre que se dio a las bailarinas del sur de la Bética, y en concreto a la famosa Teletusa (posible precursora del flamenco) con ambientación rave: “llevad hasta la mismísima Roma nuestra libertad… las puellae no somos ningún trofeo”.
Todo ello antes de que Pasión Vega pusiera el punto y final interpretando la gran pieza musical de la noche (con el sello inconfundible de Ares), dejando ahora el latín de lado: “esta te la canto en gaditano… Cádiz, púrpura de corazón… Cádiz, la tristeza más feliz… Cádiz, sin ti yo no sé vivir”.




PONIENDO EN VALOR AL TEJIDO ARTÍSTICO LOCAL
Junto a los aludidos Pasión Vega y Eduardo Guerrero, aparecen en este espectáculo coral otros nombres como Marta Ortiz, Sergio Torrecilla, José Flor, Susana Rosado, Sol Sáez o Jaime García, encarnando a los principales protagonistas.
Otra de las claves de la noche es la música (en playback), a cargo de un centenar de coristas (de coros de carnaval) de los grupos de Luis Rivero (director musical de la obra), de Antonio Bayón y Rubén Cao (los estudiantes), de Pedrosa y David Fernández, y de Nandi Migueles (los niños). Y la participación de una Escolanía de niños de la ciudad.
Antonio Martínez Ares, Juan Antonio Verdía, Miguel Ángel García Argüez ‘el Chapa’, José Manuel Pedrosa y Calde Ramírez están detrás de esas composiciones musicales inéditas.
Y para el baile, se ha contado con asociaciones de folklore locales así como con una cuarentena de bailarines seleccionados por el propio Eduardo Guerrero. Sin olvidar que el vestuario y la escenografía se ha contratado a distintos artesanos gaditanos. Aunque la obra en sí está realizada por la compañía catalana Xarxa Teatre. Todo (casi) muy de Cádiz, para Gades.
MÁS DE UNA SEMANA CONVIVIENDO CON ROMANOS
Con Cádiz Romana, programa lúdico-cultural y participativo en el que el Consistorio ha invertido unos 800.000 euros (fue el cuestionado presupuesto de Cádiz Fenicia, y se ha dicho que en este caso sería parecido), además de la tematización de diferentes puntos del centro histórico, de la organización de este tipo de espectáculos de gran formato, y de la programación de actividades (múltiples exposiciones, recreaciones históricas, cortejos, desfiles, animaciones teatralizadas, rutas guiadas, gymkhanas, charlas y ponencias, proyecciones, cenas temáticas…), se han logrado dos hitos como legado, más allá de atraer clientela a bares y terrazas.
El primero ha sido la reapertura de un espacio que llevaba años cerrado, el yacimiento de la Casa del Obispo. Y el segundo, la publicación del libro ‘Gades Municipium Civium Romanorum. Entre los Balbo y Avieno’, con la colaboración de la Universidad de Cádiz.
A partir del lunes será el momento de hacer balance de Cádiz Romana, y de empezar a otear a lo lejos el próximo capítulo de ‘Orgullos@s de nuestra historia’. El Gobierno municipal de Bruno García, gran defensor de esta iniciativa, tiene planificada ya para 2026 otra cita centrada en la Cádiz del emporio del Orbe (en los siglos XVII y XVIII la ciudad fue puerto principal del comercio con América); y en la Cádiz de la Constitución de 1812, ya en 2027.