CRÓNICA JORNADA 7. Con la ilusión anecdótica de acabar la jornada en lo alto de la clasificación, el Cádiz CF, con más puntos que juego (la coletilla del momento), recibía en la sobremesa de un domingo con tiempo raruno a un Ceuta eufórico (y el adjetivo se queda corto) que regresa a Segunda décadas después, y que ya se impuso a los gaditanos en pretemporada; arropado por más de mil caballas en el ambientado Nuevo Mirandilla (rondando los 16.500 espectadores).
“Hemos sacado buenos resultados porque hacemos muchas cosas bien”, volvía a subrayar Gaizka Garitano en la previa, sin olvidar la segunda parte de su manida sentencia, que repetiría en el postpartido: “tenemos que mejorar otras muchas cosas para seguir ganando”. “Somos fiables en lo que hacemos: orden y seguridad. No damos tregua hasta el final. Somos un equipo con actitud, casta y entrega, un grupo cohesionado”, aseveraba el técnico vasco.
Lo más reseñable del once cadista, la vuelta al titular de Yussi Diarra y la baja por molestias de Efe Aghama: Víctor Aznar en portería (y David Gil ya en el banquillo); Iza, Climent, Iker Recio y Kovacevic, en defensa; Diakité y Ortuño en el centro del campo, con Diarra más adelantado; Suso y Tabatadze en los extremos, y Álvaro García Pascual en la delantera.
Carmelo Navarro haciendo el saque de honor y un minuto de silencio por Manolo Cardo, fallecido días atrás, preludiaban el inicio de un choque trepidante con un estadio vivo y jaleante como en sus mejores tardes. Y el Ceuta extramotivado llevando la iniciativa, y gozando de una ocasión clara ya en el minuto 4, un cabezazo que se iba alto por poco. Acción que respondía Tabatadze desde el borde del área, repelido por el portero. Y de nuevo en el otro área, era Aznar el que blocaba el disparo de Aisar.
Con el paso de los minutos, la diabólica intensidad fue decayendo algo, aunque la pelota seguía más tiempo en los pies del rival, siempre atrevido y propositivo frente al no-juego gaditano. Pese a ello, en una jugada aislada Climent disparaba con intenciones, tras una buena internada del georgiano; y poco después era Diakité el que probaba, muy desviado, desde casi el portal de su casa.
Pasada una fase con las fuerzas igualadas, con más desaciertos que otra cosa (también del árbitro), en el 35 el Ceuta insistía y estaba cerca de hacer el primero en una buena jugada que culminaba rematando Marcos por encima del larguero. Y contestaba al otro lado otra vez el siempre decidido Iuri, con un lanzamiento ajustado al palo. De ahí al ecuador, poco más, y todavía menos por parte de los locales.

SE BUSCÓ LA VICTORIA MUY TARDE
Ya el segundo tiempo se ponía en marcha con susto cadista, un buen centro de Suso a la cabeza de Diarra, que no tocaba lo suficiente para meterla. Cuatro después era Sergio Ortuño el que se topaba con el portero en otra interesante ocasión.
Volvía a equilibrarse la balanza, con los hombres de Garitano con un punto más de ambición que antes del descanso, y el rival más conformista, y en el minuto 60 un ovacionado Ontiveros entraba en el verde en lugar de Diarra. Por el otro lado, entre los cambios caballas se incorporaba el excadista Salvi, bien recibido por su antigua casa. Ya pasado el 75, se le daba la oportunidad a Dawda Camara y Tabatadze se iba a las duchas.
La incertidumbre en el marcador se mantenía en los últimos diez minutos, jugando además su papel ambas aficiones en la grada: el Ceuta se veía ya cómodo con el punto, y el Cádiz, en la teoría, trataba de buscar la victoria mas sin tener muy claro el cómo. En este tramo decisivo Camara fallaba el 1-0, solo en un mano a mano ante Guille Vallejo… y Víctor Aznar salvaba el 0-1.
Roger Martí y Raúl Pereira entraban también en juego ya casi en el descuento (cuatro minutos de propina), por García Pascual y Climent. Los gaditanos intentaron volcarse sobre el área ceutí, pero demasiado tarde y frente a demasiadas trabas, por méritos del rival y deméritos propios.
En definitiva, el acalorado partido disfrutado en la grada del Nuevo Mirandilla terminaba algo frío con el empate sin goles final; sobre todo entre los locales, mientras la expedición de la ciudad hermana de Ceuta continuaba su fiesta particular.
“Hemos ido a ganar en la segunda mitad, pero no hemos podido. El Ceuta también juega”, reconocía Gaizka Garitano en la rueda de prensa tras el choque, en la que volvía a poner los pies en la tierra a todos los cadistas pese a la posición actual en la clasificación: “el equipo es muy honrado, da todo, y nos cuesta también. No estoy viendo superioridad del Cádiz en ningún partido, lo vemos todo. Pero veo cosas buenas. Y otras que mejorar y otras que son difíciles de mejorar, por ejemplo, dominar, jugar en campo contrario. Tenemos otras virtudes, que no son esas”. Eso sí, remataba el vasco, “no nos gana fácil nadie, es un buen comienzo”. DIARIO Bahía de Cádiz