La Diputación de Cádiz acaba de formalizar el último trámite que permitirá comenzar en septiembre obras para revertir el deterioro de Valcárcel, en la capital gaditana; unos trabajos de consolidación y rehabilitación encargados directamente a la empresa pública Tragsa por más de 5,8 millones de euros, un dinero que aportan la propia institución provincial y la Junta de Andalucía.
Estamos ante un edificio histórico frente a La Caleta que ya allá por 2017 la Junta y la Diputación (entonces ambas del PSOE), Ayuntamiento (gobernando la izquierda) y Universidad de Cádiz consensuaron rescatar del abandono (tras un fallido proyecto hotelero, e incluso meses de ocupación social), rehabilitarlo y darle vida como Facultad de Ciencias de la Educación.
Sin embargo, este ambicioso “proyecto de ciudad” en el entorno de La Viña fue estancándose y muriendo con el paso del tiempo y los cambios en los gobiernos (el PP tomó el control de la Junta, de la Diputación y del Ayuntamiento), un eternizado convenio que el Ejecutivo andaluz de Moreno Bonilla nunca terminó de firmar (poniendo trabas, impedimentos y pretextos), constantes quejas desde PSOE y Adelante Izquierda Gaditana, y para más inri, un presupuesto siempre al alza, rondando los 50 millones de euros.
Hasta que el pasado enero, las cuatro partes implicadas se olvidaban de todo lo anterior y escenificaban un nuevo acuerdo para rescatar este olvidado Bien de Interés Cultural (BIC), rebajando considerablemente el coste de la operación, repartiendo la inversión entre todos, y manteniendo su “uso universitario”, que en los últimos tiempos se ha concretado: se quiere que a partir de septiembre de 2028 acoja el nuevo Grado de Farmacia de la UCA.
Este reformulado proyecto rondaría los 20 millones de euros: apenas 3 millones corresponden a la Junta (reflejados en sus cuentas de 2025), y otros 3 millones a la Diputación (titular del edificio otra vez, tras su reversión a principios de 2025).
Además, un mínimo de 5 millones los asume el Ayuntamiento para la reurbanización del entorno, incluyendo una nueva plaza pública para el barrio (dinero comprometidos desde el anterior mandato con José María González ‘Kichi’ en la Alcaldía, y que ahora están supeditados a la controvertida venta del Campo de las Balas); y hasta 10 millones los deberá aportar la UCA en los próximos años para la adecuación de los espacios a uso universitario.
“HA SIDO UN PROCEDIMIENTO LARGO Y COMPLEJO”
Este avance en la tramitación de las primeras obras se produce una vez recibido el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, un paso necesario dado que Valcárcel está catalogado como BIC.
“Ha sido un procedimiento largo y complejo, que hemos logrado en tiempo récord gracias a la implicación de las administraciones y del personal técnico”, señala la presidenta de la Diputación, Almudena Martínez; para quien con el inicio de los trabajos, previsto a lo largo de septiembre, “damos respuesta a una demanda histórica de la ciudad y de los gaditanos”.
A decir de esta política jerezana del PP, este es uno de los proyectos de que desde el actual Gobierno de derechas de la Diputación “nos marcamos como prioridad al inicio del mandato, y en apenas dos años, y gracias a la colaboración institucional con el Ayuntamiento, la Junta y la Universidad, acabamos con 20 años de abandono dé Valcárcel para devolverlo a la vida y darle uso”.

DETALLES DE LA REHABILITACIÓN
En el documento en el que se formaliza el encargo a Tragsa se reconoce el carácter de urgencia de las obras, teniendo en cuenta el “abandono” del edificio y la consecuente probabilidad de que la falta de un constante y adecuado mantenimiento haya provocado un “deterioro significativo” del inmueble.
El conjunto de las obras está enfocado a la consolidación de la envolvente de Valcárcel. Se incluyen intervenciones de carácter estructural, como la sustitución de los forjados de cubierta y de las diferentes plantas que presentan mayor grado de afección estructural, así como la demolición de los edificios anexos en la fachada este del inmueble; actuaciones de consolidación y restauración de fachadas exteriores e interiores; trabajos de impermeabilización y saneamiento de cubiertas, y la instalación de un sistema de iluminación monumental con el objetivo de destacar el valor arquitectónico del edificio.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se concreta que las actuaciones se realizarán tanto en la parte correspondiente al edificio histórico (terminado en 1763 por Torcuato Cayón para funcionar como hospicio para niños necesitados y huérfanos) como en la estructura del edificio construido en los años 60 del siglo pasado.
Además de la ejecución de estas tareas, con un plazo de 12 meses, la Diputación ha encomendado también a Tragsa la dirección y coordinación de seguridad y salud de la obra.
Si no hay contratiempos, esta consolidación/rehabilitación estará lista en otoño de 2026, y a partir de entonces sería la UCA la encargada de transformar un Valcárcel ya habitable en facultad.