Ahora sí: queda desconvocada la huelga indefinida entre los trabajadores de Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca, uno de los conflictos laborales más largos que se recuerdan en la Bahía.
Tras 19 días consecutivos de paros, desesperando a los usuarios del autobús urbano en la capital gaditana (en San Fernando su afección ha sido bastante relativa ya que el bus está infrautilizado), en la jornada del lunes se llegada a un segundo preacuerdo con la mediación del Servicio Extrajudicial de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla), que a lo largo de este martes ha sido ratificado por amplia mayoría por la asamblea de trabajadores, dándose por acabada esta larga y fastidiosa lucha por un nuevo convenio colectivo.
De hecho, el comité ha lanzado ya un comunicado en el que expresa su “más sincero agradecimiento a todas y cada una de las personas usuarias del transporte público por vuestra paciencia y comprensión. Vuestra solidaridad ha sido fundamental para que hayamos podido llegar hasta aquí y conseguir nuestras reivindicaciones”.
Frente al amplio rechazo de la plantilla al primer preacuerdo (del que se desmarcó CCOO), en esta ocasión todos los miembros del comité (donde también tienen representación UGT, CSIF y USO) firmaron el segundo preacuerdo alcanzado tras unas doce horas de reunión en el Sercla con la empresa.
Como primer gesto, se suspendía la jornada de huelga para este martes, a expensa de las asambleas de mañana y tarde que han votado finalmente a favor de este convenio (con solo siete votos en contra), que en principio se piensa rubricar y formalizar ya mismo, este jueves 31 de julio.
SUBIDAS LIGADAS AL IPC Y DESCANSOS DE 15 MINUTOS
Entre otros puntos, el nuevo convenio tendría una duración de cuatro años con una subida salarial para 2025 del 3% con carácter retroactivo e incrementos del IPC real para los años 2026, 2027 y 2028. Además, también se incrementa el complemento de antigüedad, y las compensaciones por festivo y jornadas especiales, y se reconocen licencias o permisos retribuidos contemplados en el Estatuto de los Trabajadores (que no aparecían en el anterior convenio).
Y se logra una de las reivindicaciones más remarcadas estos días de protestas: a partir de 2026 todos los servicios incluirán dentro de la jornada de trabajo 15 minutos de descanso.
Esta dilatada huelga ha afectado a una plantilla de unas 240 personas, y a miles de personas que se mueven a diario en los autobuses urbanos de Cádiz (soportando esperas, colas y vehículos llenos), pero también de La Isla (con menor incidencia); y a quienes recurren a la línea interurbana entre ambas ciudades vecinas, una de las más demandadas de la movilidad de la Bahía (de hecho, la concesión de la misma ruta se comparte con otro operador, Comes).
“INACCIÓN” Y LLAMAMIENTOS AL DIÁLOGO
En las últimas más de dos semanas de paros (la Junta decretó servicios mínimos del 50%), se ha sucedido estériles llamamientos al diálogo y a la responsabilidad del alcalde de Cádiz, Bruno García (la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, tampoco es que se haya implicado mucho más), y los reproches de la oposición en el Ayuntamiento gaditano, que han lamentado la “inacción” que han percibido del equipo de Gobierno del PP, al menos públicamente.
Así, en paralelo, el PSOE ha aprovechado para pedir por enésima vez que se licite de inmediato el nuevo contrato de transporte urbano (será una de sus mociones al pleno de este mes de julio), y Adelante Izquierda Gaditana ha llegado a exigir el rescate “de manera urgente” de este servicio, y su municipalización. DIARIO Bahía de Cádiz