La última Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz, entre el visto bueno a varias obras y proyectos, ha aprobado sacar a licitación la reurbanización de la calle Marianista Cubillo: un tramo de esta vía en extramuros se peatonalizó durante el pasado mandato, pero la derecha volverá a reabrirlo al tráfico.
El ámbito de actuación de este proyecto presupuestado en hasta 383.000 euros (y cuatro meses de obras) es el tramo comprendido entre la avenida Amílcar Barca y el callejón del Blanco, y se justifica para “compatibilizar los diferentes usos de este espacio urbano priorizando al peatón”.
Al respecto, el concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi, aseguraba en su última comparecencia que desde el Ayuntamiento se han mantenido reuniones tanto con vecinos (con José María González ‘Kichi’ en la Alcaldía protagonizaron protestas contra el cierre al tráfico) como con la comunidad educativa del IES Drago “para llegar a un consenso” sobre las actuaciones que se van a llevar a cabo.
En este sentido, se señala en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, dada la presencia de escolares “y con el objeto de garantizar la seguridad y protección de los peatones”, la circulación se restringirá aunque sólo “en un determinado horario”.
En cuanto a la actuación en sí, el pavimento de la calzada, estacionamientos y acerados irán en plataforma única. Se suprimen así las barreras urbanísticas mejorando así la accesibilidad para las personas de movilidad reducida.
Por otro lado, el acerado perimetral del instituto se aumenta en superficie priorizando así los espacios peatonales ganándose un ancho de aproximadamente unos dos metros.
Además, se habilitarán aparcamientos de bicicletas en dos zonas: en el acerado izquierdo de Marianista Cubillo y en el acerado anexo a las oficinas de la Demarcación de Costas, en la margen derecha del callejón de los Blanco.
“DERROCHE DE DINERO PÚBLICO”
Sobre esta reurbanización, el portavoz municipal de Adelante Izquierda Gaditana, David de la Cruz, ya lamentó semanas atrás que “vamos a tener que pagar casi 400.000 euros para que un espacio que peatonalizó el anterior equipo de gobierno sin necesidad de acometer obras vuelva a reabrirse al tráfico rodado”.
“Es un auténtico despropósito este derroche de dinero público para que los vehículos vuelvan a circular por un tramo de calle de 55 metros”, se quejaba este concejal de la oposición, para quien estas “políticas trasnochadas” del alcalde Bruno García “chocan con la apuesta por la sostenibilidad urbana que impulsó el anterior gobierno izquierdista”.