El Ayuntamiento de Cádiz ha publicado para consulta previa, durante 20 días, otro de sus planteamientos de modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para tratar de posibilitar usos residenciales donde hoy no es posible.
En concreto, se aborda la reducción de los ejes comerciales en el casco histórico, que, en la teoría, permitirá la implantación de casas en los bajos en aquellos lugares que estén fuera de los citados ejes. En paralelo, también se incluye la compatibilización del uso residencial en aquellos edificios que sean terciarios.
Este es el tercer documento que el Gobierno local del PP somete a consulta previa en los dos últimos meses tras la prohibición de la inscripción de nuevas viviendas de uso turístico (VUT) en la zona de Puertatierra y la de blindar el suelo residencial, eliminando la compatibilidad con el uso hotelero en los mismos.
Todo ello buscando frenar la problemática que la turistificación está generando en una ciudad sin suelo con una sangría poblacional desde hace años que parece imparable, y donde cada día hay menos oferta de vivienda en alquiler y cada vez los precios son más prohibitivos para los vecinos.
BAJOS COMERCIALES PODRÁN RECONVERTIRSE EN VIVIENDAS
Actualmente la ordenanza de ejes comerciales, que afecta exclusivamente a suelos residenciales, se aplica a gran parte de las calles del casco histórico, ya que en extramuros no define ejes comerciales. Este tramado proviene del Plan General anterior al año 1995, donde se establecía un listado de calles donde se prohibía la implantación de viviendas en la planta baja. Sin embargo, el PGOU actual (de la era de Teófila Martínez) retomó en esencia dicha ordenanza y se limitó a terminar de mallar dicho trazado.
El objetivo de dicha ordenanza no era otro que el de consolidar en un caso, y potenciar en otro, la implantación de actividad económica en los locales en planta baja de dichas calles.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi, detalla que con la normativa vigente, hoy día “nos encontramos, por un lado, calles o tramos de calles con una actividad económica arraigada y por otro calles que no han conseguido potenciar la actividad económica que se pretendía”.
El resultado es que con el paso de los años está dando un resultado contrario al pretendido. De este modo, en las vías con una clara vocación económica se ha mantenido la actividad pero en otras muchas permanecen los locales cerrados o se utilizan como trasteros.
Lo que la derecha ahora de nuevo ‘mandando’ en San Juan de Dios pretende con este cambio puntual del PGOU “es reducir el ámbito de aplicación de dicha ordenanza limitándose los ejes comerciales exclusivamente a aquellas calles con una vocación histórica clara de actividad económica”. Con ello “se conseguiría destinar a uso residencial las fachadas de la planta baja”, insiste Cossi.
“Esto redundaría en aumentar las posibilidades de ampliar la oferta inmobiliaria para el uso residencial”, defiende este edil del PP; aunque deja claro que el requisito para ello sería cumplir en todo caso las condiciones particulares del uso residencial: acceso, habitabilidad, distribución, superficies, altura, etcétera.
Con todo, “esta medida se llevaría adelante sin perjuicio de seguir manteniendo la posibilidad de uso comercial y terciario como compatible en la planta baja”, aclara.
VIVIENDAS EN EDIFICIOS CON USO TERCIARIO
Con respecto al otro punto, en el PGOU vigente no se permite intercalar usos residenciales destinados a viviendas en fincas calificadas con uso terciario (oficinas y servicios de comercialización).
“En suelos terciarios son admisibles usos industriales y comerciales en convivencia con el terciario principal del edificio. Sin embargo, no es posible la implantación de usos residenciales destinados a vivienda en actuaciones parciales, es decir, que ocupen una planta o parte de una planta, de fincas calificadas con ese uso terciario”, explica José Manuel Cossi.
Se calcula que en la actualidad existen aproximadamente 30 fincas calificadas con uso terciario en el casco histórico y 12 en extramuros.
Con la modificación prevista en el PGOU, se pretende permitir el uso residencial como uso compatible del uso terciario, “de modo que un edificio destinado a oficinas pueda albergar también viviendas en algunas de sus plantas”, se sentencia desde el Ejecutivo de Bruno García.