Con el objetivo de que San Fernando no sufra los problemas de limpieza que “afectan a muchos municipios del entorno”, como la misma capital gaditana, sino que “continúe avanzando hacia un servicio eficiente, moderno y en constante mejora”, el Gobierno local del PSOE trabaja en un nuevo pliego que, siendo muy optimista, confía en sacar a licitación y adjudicar en unos meses y tener operativo a finales de 2026, “para alcanzar su pleno rendimiento durante 2027”, año electoral.
Un servicio público privatizado de limpieza y recogida de basuras en el que el Ayuntamiento no esconde que está dispuesto a gastar hasta “un 85% más” de lo que invertía al inicio del actual contrato, que no era poco, llegando hasta los 14,7 millones de euros al año (con el IVA subiría a los 16,2 millones). Y además, con la “posibilidad de adaptarse durante todo su periodo de vigencia” (suponiendo más dinero…).
El vigente contrato entró en vigor en octubre del año 2020, adjudicado a Cespa (que ahora se llama PreZero, al comprarse el 100% del área medioambiental de Ferrovial) por cuatro años (y hasta dos prórrogas) por algo más de 34 millones de euros (con IVA): en principio se le pagaban 8,6 millones anuales, aunque con los aumentos que se le han ido concediendo, este goloso servicio hoy le cuesta a los cañaíllas alrededor de 10,3 millones anuales.
A decir de la alcaldesa, Patricia Cavada, este “esfuerzo presupuestario”, que se refleja ya en las cuentas municipales para 2026, refleja la firme voluntad “de seguir mejorando un servicio esencial que, cuando llegamos al Ayuntamiento, arrastraba un grave problema estructural”.
“IMPORTANTES INNOVACIONES”
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se detallan las “importantes innovaciones” que contempla el pliego técnico del cebado contrato (todavía se debe elaborar el pliego administrativo) tanto en el ámbito digital y de la sostenibilidad, así como en la organización del servicio.
Como es habitual, se procederá a requerir a la contrata entrante la renovación integral de los vehículos, la maquinaria y de todos los contenedores (y se va a incorporar el obligado quinto contenedor, el marrón, destinado a la fracción orgánica), así como a la modernización del equipamiento técnico “para situar el servicio a la altura de las ciudades más avanzadas”. Se instará a que se elija siempre que sea posible maquinaria eléctrica.
Además, se prevé un incremento de los medios destinados a la recogida de muebles y enseres, y se están analizando nuevos sistemas que permitan desvincular estos residuos de los actuales núcleos de contenedores, ofreciendo una atención más personalizada.
Asimismo, se seguirá apostando por la digitalización y automatización, implementando nuevas medidas de control que permitan incrementar la eficiencia y facilitar un seguimiento y análisis permanente de las tareas.
Por otro lado, se baraja unificar los salarios de todos los operarios del servicio, y es que hoy el personal de limpieza y recogida de basuras se rige por un convenio, y los encargados de la recogida selectiva (papel, envases y vidrio), están sujetos a otro distinto.
En el pliego también se incorpora como novedad el mantenimiento y la limpieza de los senderos urbanos (como el del Carrascón o del Río Arillo). Hasta ahora, las labores de limpieza y vaciado de papeleras ya estaban incluidas, pero se añade un servicio específico y continuado para atender pequeños desperfectos en puentes, pavimentos, elementos del recorrido o zonas deterioradas. También se le añade la gestión de plagas, y la gestión módulos de aseos portátiles para eventos.
“LA LIMPIEZA ES UN ELEMENTO ESTRATÉGICO”
En definitiva, con este importante futuro contrato el Ayuntamiento isleño presume de su compromiso con “un servicio de limpieza de primer nivel, orientado a mejorar de manera real y visible el rendimiento del servicio, ampliar su cartera de prestaciones e incorporar todas las mejoras laborales y técnicas necesarias para situar a San Fernando a la vanguardia en la gestión de la limpieza urbana”.
Para el Gobierno de Cavada, la limpieza es un elemento “estratégico” no solo “para reforzar la calidad de vida, mejorar el reciclaje, impulsar la economía circular y contribuir a la lucha contra el cambio climático”, sino también para “dinamizar la actividad económica, favorecer el comercio, atraer empresas y mejorar la imagen global de la ciudad”.













