La empresa Aqualia, concesionaria de la explotación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Jerez, rechaza rotundamente que sus vertidos “autorizados” sean los causantes de la posible mala calidad del agua del río Guadalete.
La multinacional responde así a las recientes acusaciones de Ecologistas en Acción, la Coordinadora del Agua de Jerez y la Comunidad de Regantes de la Margen Derecha del Bajo Guadalete. Las tres partes han coincidido en señalar a la EDAR, junto a la industria azucarera, como responsable de la cuestionable calidad de las aguas de riego para los cultivos principalmente de agricultores del Poblado de Doña Blanca, en El Puerto, que captan dichas aguas junto al azud de El Portal, pasado el punto de vertido de la depuradora.
Es más, los propios análisis encargados por la Comunidad de Regantes habrían detectado en las aguas con las que son regados sus campos: bacterias, metales pesados, productos químicos, sales y otras sustancias perjudiciales para los cultivos, la salud humana y el medio ambiente.
“RECIBIMOS INSPECCIONES SIN AVISAR DE LA JUNTA Y EL SEPRONA”
Frente a esta denuncia pública, en un comunicado de respuesta remitido a DIARIO Bahía de Cádiz Aqualia asevera que esta estación depuradora “tiene una autorización administrativa de la Junta de Andalucía para la devolución al río de las aguas ya tratadas con tratamiento secundario”, teniendo este efluente con permiso unos límites para la concentración de determinados parámetros contaminantes. “A fecha actual, la instalación cumple de manera rigurosa todos los días con los requisitos de calidad exigidos para ello”, se apostilla.
Asimismo, se afirma que el punto de devolución del agua tratada de la EDAR “es accesible a cualquier inspección que quiera realizar cualquier administración fiscalizadora competente”. Al respecto, Aqualia defiende que actúa “con total transparencia; de hecho, recibimos numerosas inspecciones sin aviso previo de la consejería de Medio Ambiente o el Seprona, de las que no se ha derivado ninguna actuación o expediente contra la gestión de la planta”.
“El agua tratada vertida desde la EDAR Guadalete cumple con la legislación vigente en materia de calidad de agua, donde se exige analizar múltiples parámetros. En todos ellos, los resultados del agua saliente han sido adecuados a la normativa, estando por debajo de los límites máximos permitidos”, se precisa.
Por todo ello, Aqualia niega que la explotación que lleva a cabo de esta planta en Jerez sea la causante de la posible mala calidad del agua del Guadalete.
“HEMOS OFRECIDO A LOS REGANTES VISITAR LAS INSTALACIONES”
Es más, manifiesta que ofreció públicamente hace más de un mes a los regantes que se dicen afectados que fueran a visitar las instalaciones cuando quisieran “para que vieran por sí mismos el funcionamiento y las medidas de control que la empresa realiza para garantizar la calidad del agua de salida”. Sin embargo, “hasta la fecha no han acudido ni agendado visita alguna”.
Finalmente, más allá de advertir de acciones legales “contra aquellos cuya conducta suponga un menoscabo o detrimento a su reputación con aseveraciones sin contrastar”, la concesionaria remarca que las aguas del Guadalete se contemplan en el Plan Hidrológico de la Cuenca Mediterránea Guadalete-Barbate, y que “el estado de los tres tramos evaluados desde el embalse de Bornos-Arcos (alguno aguas arriba de la EDAR) es calificado en dicho documento como ‘peor que bueno’”.