Casi tres meses después de aquellas fotos en las que la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Rocío Díaz, y el alcalde Germán Beardo, celebraban la “inauguración” de la estación de autobuses de El Puerto de Santa María (reducida a mero intercambiador de transportes, o apeadero, como ha llegado a lamentar la oposición municipal), este demorado y prometido equipamiento junto a la estación de trenes entra al fin en funcionamiento a partir de este lunes 18 de agosto.
Eso sí, a medio gas: apenas dará servicio a cinco líneas interurbanas con una sola parada en la localidad. El resto de líneas de bus metropolitanas o con conexión con otros puntos de Andalucía y el Estado mantendrán de momento sus paradas habituales.
De este modo, según la información de la Junta recogida por DIARIO Bahía de Cádiz, las líneas que se trasladan a este flamante apeadero son: la M-250, Conil-Jerez (La Línea-Sevilla); M-251, Conil-Jerez (Atlanterra-Sevilla); M-260, Conil-Rota (Algeciras); M-902, Cádiz-El Puerto-Jerez-Arcos (Ronda); y M-904, Cádiz-El Puerto-Jerez-Arcos (Alcalá del Valle).
TRES DÉCADAS ESPERANDO…
Esta estación de autobuses lleva ya casi dos años levantada, después de que las obras se iniciaran tras tres décadas de reivindicaciones, promesas y trámites a finales de 2022. El pasado 27 de mayo, la consejera de Fomento visitaba el equipamiento e incluso vendía que entraba ya “en servicio”, aprovechando la firma de una adenda al convenio para que el Ayuntamiento asuma su mantenimiento y explotación.
El propio Consistorio corregía a la administración autonómica y aclaraba que no había una fecha para su puesta en funcionamiento, como muy pronto “hasta entrado el verano”. Como así ha ocurrido.
En concreto, la Junta ha invertido unos 950.000 euros (recurriendo principalmente a fondos europeos) en este edificio, cerca del Monasterio de la Victoria, con una planta rectangular de 63,5 metros de largo por 9,5 metros de ancho y 9,5 metros de alto. La superficie construida es de 603 metros cuadrados, con espacio para cuatro dársenas cubiertas para los autobuses, un recinto cerrado de servicios y zona de espera para los viajeros y acompañantes.
En el momento que funcione con normalidad, se calcula que recibirá más de 60 servicios de autobuses no urbanos. La ubicación elegida, se ha repetido insistentemente en todos estos años, “es idónea para fomentar la intermodalidad”, ya no sólo por estar junto a la estación de ferrocarril, sino por disponer de paradas para taxi y VTC.
Hasta hoy esta localidad turística tan sólo cuenta con paradas y marquesinas precarias distribuidas en el entorno de la plaza de toros y la estación de tren. Y desde este 18 de agosto, con una modesta estación de buses muy limitada, funcionando a ralentí.