CCOO ha visto oportuno alertar de la “crítica situación” en la que se encuentra el grupo principal de agua del Hospital Universitario de Jerez “debido a un prolongado abandono en su mantenimiento y al estado alarmante de deterioro de sus componentes”. Esta situación, que “la dirección del centro conoce situación desde hace años”, pone en riesgo directo la seguridad sanitaria y de los cientos de pacientes ingresados.
El sistema de agua de cabecera, responsable de abastecer a todas las instalaciones con agua corriente (fría y caliente), “presenta deficiencias estructurales graves”. Según fuentes técnicas internas recogidas por este sindicato, el equipo de bombeo principal y los elementos de control “se encuentran en un estado próximo al colapso. Si este sistema falla, el hospital quedaría sin suministro de agua de manera inmediata”.
En caso de ese “fallo total”, se verían afectados en este hospital público quirófanos, UCI, Urgencias, consultas y plantas de hospitalización, higiene básica del personal sanitario y pacientes, la esterilización de material quirúrgico y limpieza de lavandería y cocina, procedimientos médicos que requieren agua, y supondría “una alta probabilidad de infección hospitalaria por imposibilidad de garantizar protocolos de higiene”.
Aunque este centro jerezano dispone de sistemas de respaldo como depósitos o bombas secundarias, “estos no están diseñados para cubrir una avería total ni prolongada del sistema de cabecera”.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la sección sindical de CCOO remarca que no se trata de una situación imprevista: “es consecuencia directa de la dejadez mantenida en el tiempo por parte de la dirección”.
De hecho, el hospital ya sufrió en 2024 varias interrupciones del agua caliente en áreas sensibles como Medicina Interna y Oncología, “y se recurrió a soluciones improvisadas, trasladando pacientes o calentando agua con sistemas externos”.
“EL AGUA ES UN RECURSO ESENCIAL EN UN HOSPITAL”
“Exigimos una actuación inmediata”, sentencian desde CCOO, que reclama la sustitución o renovación integral del grupo principal de agua, y que exista “responsabilidad institucional por el incumplimiento del deber de mantenimiento en instalaciones críticas”.
“El agua no es un lujo. Es un recurso esencial en cualquier centro sanitario, y su gestión no puede depender de la suerte o de la improvisación. Si el sistema falla, no hay plan B real. Se compromete la atención, la seguridad y en última instancia, la vida de los pacientes”, se incide.