La adicción a los sobornos se ha mundializado
Hay un espíritu mundano que nos está llevando al caos para desgracia de la propia especie. La epidemia de sobornos se ha incrustado fuertemente en la sociedad. Precisamente, la degradación humana es tan general que nos estamos convirtiendo en verdaderos siervos de poderes corruptos. La atmósfera sucia de la corrupción nos ha desnudado de valores...