Hoy es 1 de septiembre, pero, por lo que se ve, los motores se encendieron a final de agosto y para hoy ya están calentitos. Los grupos políticos varían ya su lenguaje para adaptarlo a los objetivos y contrarrestar las encuestas de antes del verano que todos manejan. Por ejemplo ¿por qué creen que David de la Encina no ataca al PP sino a Alfonso Candón? ¿Por qué, por ejemplo, habla del “pacto de Candón con el PA”? Simplemente, porque no puede desgastar a todo el partido, pero –de cara a las municipales– necesita desgastar la figura del alcalde; los suyos dirán que “porque es la cabeza visible”; zarandajas, lo hacen de una forma muy burda y descarada (que tampoco se le pueden pedir peras al olmo) pero como estrategia electoral es clara y antigua.
Luego están las adhesiones y declaraciones varias, como los apoyos a los colectivos que protesten contra cualquier actuación municipal y, por supuesto, las correspondientes mentiras, a ver si pueden arrojar leños al fuego. Ahora mismo estamos jugando a ver si podemos montar un Gamonal, o al menos inducirlo, con los parking subterráneos en El Puerto, y tenemos insensatos diciendo “no es el momento de gastarse 18 millones en eso”, cuando saben perfectamente que ni ese dinero sale de las arcas municipales, ni saldrá del bolsillo de los portuenses. Cuando saben, porque no han caído ayer de ningún guindo, que esos parkings son absolutamente necesarios desde hace años, y cuando saben que esos fondos europeos se terminan en 2015. Igual que saben que con un abono, el precio que se paga es inferior al euro diario que ahora mismo hay que abonar en los escasos aparcamientos no regulados que aun quedan en la ciudad. Igual que saben que no se eliminan más plazas de las que se crean, y quizá ésta sea la mentira más descarada de todas las que esgrimen, pero repiten la cantinela, ellos y sus voceros (supuestos ciudadanos libres de ideología, exclusivamente preocupados por el bienestar de sus vecinos). Pura y dura campaña electoral, que las elecciones son en mayo de 2015 y eso en política es a la vuelta de la esquina.
Y no solo los grupos constituidos; ahora sumamos a esta campaña los grupos por constituir, de quienes reniegan del título de “salva patrias” pero en el fondo se sienten como tales. No seré yo quien niegue que militar en un partido regional o nacional conlleve unas ciertas pensiones, nacidas en su mayoría de las entregas que siempre se tienen que hacer por las mayorías.
Pero pensar que por constituir un grupo nuevo, cual flor silvestre, y entrar en lugares comunes, ignorando las competencias que residen en cada ámbito administrativo y demás cuestiones que lastran en buena medida la gestión de cualquier político (porque, no se engañen, todos –entren en un partido político de los “grandes” o en una formación nueva, o local– lo hacen con el mismo empeño y las mismas ganas de mejorar su ciudad y la vida de sus vecinos), pensar por ello que no se van a tener que hacer entregas y renuncias es haberse caído de un guindo bastante alto. Al final, es un “quítate tu, para ponerme yo” que soy “más mejor”.
Y esto es solo el principio de la campaña. A pesar de los años que acumulo ya en el ejercicio de la política, debo confesar que aún me sigo sorprendiendo, así que me cuesta adivinar lo que nos depara el futuro inmediato. Lo que sí les adelanto es que vendrá cargado de ataques personales y estrategias que, conocidos sus protagonistas, serán puestas y expuestas con torpeza, demagogia y absoluto desprecio a la realidad de la ciudad y la solución de sus problemas. DIARIO Bahía de Cádiz
