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 LAS CARTAS DE DON MANUEL

La marea humana

 MANUEL RUBIO

 

Hemos nacido para unirnos con nuestros semejantes y vivir
en comunidad con la raza humana
.
(Aristóteles)

 

FOTO: MANUEL RUBIO

Cuando observo las encrestadas olas del mar lamiendo las playas, me lleva a pensar que, cada una de ellas, sea una de las tantas generaciones, que se estrellan contra la arena para luego desaparecer y dejar paso de inmediato a otras, que ocuparan su mismo lugar y así sucesivamente, unas tras otras, realizar las mismas funciones. Explosiones de vida que, desaparecen en corto espacio de tiempo.

 

Toda aproximación física y espiritual, con nuestros semejantes, comienza por regla general, a través de la comunicación leal y grata, haciéndose aún más fácil ésta, si en este contacto se emplea la empatía, para saber valorar, respetar y como tratar a los demás, sin llegar a herirles o menospreciarlos, permitiendo a la vez con ello, que estas personas se desenvuelvan con plenitud. Que de no ser así, nos distanciaría más, que nos uniría. Lo comprobamos, cuando alguno de ellos, no es diáfano, sincero y abierto con su semejante, por lo que opino que es necesaria esta postura, para poder ganarse la confianza y credibilidad de nuestros semejantes y la de hacer nuestra convivencia más viable.

 

En este ir y venir de las multitudes, que abarrotan las grandes urbes y ciudades, nos da la impresión, de que se transita a paso apresurado, como si caminaran ensimismados y absortos de todo aquello que a su alrededor sucede. A veces marchan tras el cogote de algún conocido y no llegan a reconocerlo. Ahora, si nos pudiéramos introducir en sus meollos, observaríamos que las apariencias engañan, que no es tal lo vemos y lo plasmamos en nuestra imaginación y que a cada uno de ellos, le embarga  una preocupación, que le absorbe la mente; bien de tipo familiar, de trabajo, económico u otras causas, que les hace concentrarse en ello. Mientras se mueven, caminan,  conseguirán a la vez, se les haga  el  trayecto  más corto y liviano y hasta pueden que lleguen a resolver alguna incógnita, que momentos antes no se les  hubiesen ocurrido.. No son autómatas, que rellenan un espacio de nuestras vidas, ellos son, uno más de nosotros, que en conciencia, así lo deberíamos  considerar, como parte vital que de esa masa en la que estamos integrados y que de no ser así, el hombre de por si, no sería capaz de sobrevivir ya que nuestra supervivencia depende de ello.

 

Cuando te abres paso a través de esta masa, no intentes adivinar o predecir, que les impulsa a este colectivo, como tal ente, a comportarse de tal manera o hacia donde se dirige  porque tiene al igual que tú un alma y un cuerpo y su propia identidad,  para  obrar de esa forma. El caso es que tal leí hace poco “esta masa humana, se mueve lentamente y no se sabe la dirección que va a tomar”. Pero no obstante, debemos reconocer la relación, de obligaciones y deberes, que a todos nos incumbe, al formar, parte de ella.

 

La comunicación con este colectivo, se nos presenta ardua, mejor dicho a veces muy distante, porque no oye, ni se comunica, con ella, solo sigue un camino, el que la propia  sociedad le imprime. Téngase en cuenta, que como tal marea humana, como he dicho, todos formamos parte de este colectivo. Un solo cuerpo, claro con su propio protagonismo en el que están insertadas una serie de asociaciones; por ejemplo, de mando, de  seguridad y de orden, o de simple protección de  personas potentes que ejercen  hacia otros más débiles, niños o ancianos etc.  Amalgama, que les hace unirse, para hacer vida en común, como son el afecto (todo comportamiento de ayuda a otro ser vivo) el cariño, el amor, la amistad, beneficios que se aportan y a la vez se reciben, por estar unido a ella. Nos hallamos circunscritos, obligada y necesariamente en un  conglomerado de grupos y relaciones de poder y protagonismo de los más variados,  de nuestra  sociedad, para desarrollar necesidades y aspiraciones comunes, un soporte que no podrás prescindir de él, desde el momento en el que te integras en la sociedad. Y debido a que tú recibes ciertos beneficios en compensación, te verás obligado también  a aportar también los tuyos.  Aquellos, que intentan independizarse, de alguna manera, no llegan a conseguirlo, porque el individuo, como ya he dicho, es incapaz por si mismo realizarse. Y al estar fuertemente unidos por lazos de intereses, se le hace difícil liberarse de ella, porque navegar en solitario, cualquiera de nosotros, aparte de la falta de protección, corre grandes riesgos, dando lugar a pasar necesidades.

 

Mientras esta marea humana, sea más fortalecida y consistente, engendrará más vida y savia a todos sus componentes. No se rige por unas leyes o normas establecidas, actúa por impulsos culturales y emocionales heredados de cada época, o absorbidos de otras culturas, a veces de valor, otras, por el contrario, pueden llegar a ser vejatorias o dañinas a la sociedad. Cualquier iniciativa individual, que surja habrá de estar consensuada por este ente, el cual es, quien las admite y las  dirige realmente, para un común destino.

 

Las masas populares han tenido siempre un gran empuje en toda clase de revoluciones linchamientos,  revueltas, protestas, o imposición de doctrinas políticas, que a tantos, en ocasiones, le ha llevado a la victoria, como al fracaso y al  desastre, o a la  misma hecatombe, sin haberlo particularmente cada uno de ellos convenido o deseado. Mientras la masa carezca  de ansiedad y no se le agite, está permanecerá en un estado de equilibrio estable, haciendo con ello, que la vida ciudadana se desenvuelva y transcurra, por canales más pacíficos y de prosperidad. Si por el contrario se le agita, aprovechando un estado incomodo o de descontento de los ciudadanos, se exaltará y se moverá en la dirección que se le haya propuesto, si es que otras fuerzas mayores no las contienen. Aunque a veces haya que despertarla para que salga del letargo que la tiene adormecida. DIARIO Bahía de Cádiz

 

La sociedad del futuro, opino yo, dependerá de las actuaciones inteligentes que ahora se adopten, en el buen control y dirección de esta masa, para que en el caso de haber una colisión, no sea ésta violenta ni llegue a  resultar lamentable sus consecuencias. Será necesario para ello, que el hombre esté mejor formado y goce de una buena cultura y respeto hacia los demás. A pesar de lo que muchos piensan, creo yo, que  a la humanidad le queda un largo trayecto, por recorrer, para llegar a humanizarse, si es que, tiene unas pautas o esquemas que deba superar.


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