La Real Orquesta Sinfónica de
Sevilla se encargó del concierto inaugural del VI Festival de Música
Española de Cádiz, el pasado jueves día 20 de noviembre. Lo hizo con oficio,
comandado por su director musical Pedro Halffter y sobre un programa de
obras musicales de relevantes autores españoles de la primera mitad del
siglo XX. Una notable asistencia de público en el recinto del Teatro Falla
fue la demostración del interés suscitado por este interesante concierto y
por sus protagonistas, la saga Halffter y el violonchelista Asier Polo.
La saga de los Halffter estuvo
representada por los hermanos Rodolfo y Ernesto y por el sobrino-nieto de
ambos, Pedro, el más joven de la dinastía. De Rodolfo se interpretó su obra
Don Lindo de Almería, la obra más famosa de las compuestas por
Rodolfo Halffter en los años 30. La interpretación de la orquesta fue
correcta, poco viva, un poco alicaída y falta de ritmo; sensación reforzada
por las pausas de las sucesivas piezas de esta obra para ballet.
De su hermano Ernesto se
interpretó la Sinfonietta, una obra notable de la música española
siglo XX; gran composición que hizo merecedor del Premio Nacional de Música
a Ernesto Halffter, discípulo muy querido por Manuel de Falla. Es
interpretada asiduamente por las agrupaciones orquestales; aquí se recuerda
la magnífica interpretación realizada por la Orquesta de Granada en esta
plaza el pasado año. Quizás con menos vigor pero sí con la intensidad
precisa para cautivar al público, la Orquesta Sinfónica de Sevilla ofreció
una versión de la Sinfonietta menos ampulosa y más intimista, con una
lectura más transparente y precisa de la obra.
La dirección de Pedro Halffter,
elegante, gustosa, algo cansada, no pudo evitar la sensación de cierta
frialdad comunicativa de la orquesta. Sin embargo, sus componentes
resolvieron siempre con oficio, destreza y solvencia la interpretación de
sus papeles, especialmente el trío solista de la Sinfonietta.
El violonchelista vasco Asier
Polo fue el auténtico protagonista de la noche. Ofreció una interpretación
magnífica del Concierto en Modo Galante de Joaquín Rodrigo, obra de
1949 que Asier Polo tiene incorporada a su catálogo discográfico. El
lucimiento del violonchelista no quedó sólo en el virtuosismo de algunos
pasajes de la obra. Además del perfecto dominio del instrumento, de la
belleza en todos los registros de su sonido, Asier Polo evidenció su
capacidad como solista para interiorizar la música, para sufrir esa mutación
interior que le permitió transformar cada gesto también en música.
Transformación que alcanzó a los chelos de la orquesta que acompañaron al
músico vasco en la interpretación como bis de la Nana de las Siete
Canciones Populares Españolas, de Manuel de Falla, que el público
escuchó sobrecogido y emocionado. DIARIO Bahía de
Cádiz Paco Mesa