XXV
Aniversario del Festival Internacional de Música “A Orillas del Guadalquivir”
Dentro del ciclo de
este año organizado por el Festival Internacional “A Orillas del Guadalquivir”,
asistí el miércoles 10 de agosto al que se programó como Homenaje a los 25 años
de colaboración del Colegio El Picacho, del Instituto Social de la Marina con la
organización del afamado festival sanluqueño. La orquesta “Johann Strauss” de
Oberösterrich, fue la elegida para la ocasión. Clemens Magnus, joven director y
pianista, nacido en 1972 en Linz (Austria), fue el encargado de conducir la
orquesta en esta ocasión festiva |
Dentro del ciclo de este año organizado por el
Festival Internacional “A Orillas del Guadalquivir”, asistí el miércoles 10 de
agosto al que se programó como Homenaje a los 25 años de colaboración del
Colegio El Picacho, del Instituto Social de la Marina con la organización del
afamado festival sanluqueño. La orquesta “Johann Strauss” de Oberösterrich, fue
la elegida para la ocasión. Clemens Magnus, joven director y pianista, nacido en
1972 en Linz (Austria), fue el encargado de conducir la orquesta en esta ocasión
festiva, como la definió el Director del Festival D. Juan Rodríguez Romero,
quien a la entrega de la placa conmemorativa para el ISM nos transmitió que la
música clásica no solo es seriedad y reflexió n
o pensamiento, sino que también ayuda a celebrar y en este caso concreto a
festejar los 25 años de colaboración con el Colegio El Picacho. De esta manera
justificó la segunda parte del programa, dedicado íntegramente a marchas y
polcas.
El concierto dio comienzo a las 22 horas, abriendo
una aceptable “Sinfonía de Salzburgo” Nº 1 de W.A. Mozart, ante un público que
llenaba los tres cuartos del excelente auditorio del colegio El Picacho. Le
siguió, antes del descanso, la “Suite de Holberg” Op. 40 de E.Grieg. Sus cinco
movimientos salieron adelante
pese a las pequeñas vacilaciones del “andante
religioso” afrontadas con seguridad por el director Clemens Magnus, que supo con
decisión acabar airosamente el “rigodón. Allegro con brío”.
La fiesta vino en la segunda parte, donde la orquesta en un
principio, y los músicos inmediatamente después pusieron de su parte,
añadiéndole un “extra” de desenfado al concierto, interpretando varias marchas y
polcas de J.Strauss. Y lo que ya parece ser que se va consolidando como un
“clásico” y valga la redundancia, es acabar este tipo de eventos con la “Marcha
Radetzky”, con la colaboración del público acompasando con las palmas, al más
puro estilo del concierto de año nuevo. Mañana retorna el Festival al Auditorio
de La Merced, su sede habitual, donde Juan Rodríguez Romero dirigirá a la
Orquesta Camerata Austriaca de Linz. No se lo pierdan. |