Ficha Técnica:
Actor / Actriz: Álex Casanovas, Mariola
Fuentes, José Luis García Pérez, Borja Navas, Mar Regueras, Fernando Tejero
Cinemat/Montador: Pablo Blanco
Director: Miguel Albaladejo
Fotografía: Alfonso Sanz
Guionista: Miguel Albaladejo
Producción: Gustavo Ferrada,
Jaume Roures
Localización del rodaje: Madrid
y Toledo.
Duración: 115 minutos.
Presupuesto: 3,9 millones de
euros
Productoras: Mediapro, Sogecine
y Estudios Picasso
La película se centra en la
biografía de Juan Carlos Delgado, alias “el Pera”, la historia de quien fuera un
peligroso niño delincuente, reformado, reeducado, reinsertado, como ustedes
gusten, gracias el tío Alberto, fundador de la “Ciudad de los Muchachos” (CEMU).
En esencia, “Volando voy” es una historia de un simpático pícaro (en el periodo
entre los 9 y los 13 años), inspirada libremente en un Lazarillo del siglo XX,
cuya familia vive en un Getafe de finales de los setenta
Admito que cuando barajé la
posibilidad de dedicar algo más de una hora y media de mi vida y de gastarme
unos euros en ir a ver esta película me lo pensé dos veces... ¿Me toparía con un
panegírico de la CEMU y de su “alma mater”, el tío A lberto?
¿O con una peli de empalagosa moralina? Pero no es nada de eso. Véanla sin
prejuicios: “Volando voy” no es un dramón ibérico... Menudean ráfagas
magistrales que nos hacen sonreír, predominando una visión esperanzada sobre la
condición humana...
La CEMU y su fundador son algo
secundario, un escenario y un personaje más en el universo del “Pera”, de quien
el director, Miguel Alvadalejo (“Manolito Gafotas”, “El cielo abierto”,
“Rencor”, “Cachorro”) ha querido destacar su inocencia más que su maldad. Porque
tras ese temido delincuente - experto conductor, ladrón de coches y atracador -,
se esconde el alma de un niño, en parte pervertida por las circunstancias de la
vida. No se trata de que Albadalejo pretenda justificar lo injustificable; no
se trata de culpar la falta de medios de unos padres incapaces de controlar a un
hijo díscolo, de la incapacidad de un sistema educativo capaz de acoger a los
chavales problemáticos, ni mucho menos de echar la responsabilidad al sistema,
a una sociedad que ya sabemos injusta... La valoración corre a cargo de cada
espectador.
Tomen una coctelera. Agreguen
en justas dosis justas ternura, crueldad, amor, odio, sosiego, violencia,
candor, inocencia, perversión, crudeza, camaradería, amistad, maduración,
reflexión, superación, acción trepidante... Todo eso, con 0% de moralina.
La acción, rauda como los
coches que robaba y conducía Juan Carlos; la ambientación, soberbia (los últimos
setenta y los primeros ochenta, todavía con Renaults 8 y 10, Simcas 1200, algún
“seita” superviviente del desarrollismo, Seats 132; con los pantalones
acampanados; con un Juan Carlos de Borbón pronunciando su pastoso discurso de
Navidad, llamando a la convivencia pacífica y deseando prosperidad, dos cosas
totalmente ajenas a los hogares como los de “El Pera”; de niñas soñando con su
muñeca “Nancy” y de niños con su bici mottoreta...). Parece que el cine español
apuesta por bucear en la época de la transición... Y lo hace muy bien, por
cierto.
En cuanto a los actores,
magistrales en sus interpretaciones... Tanto los principales como los
secundarios. Inconmensurable el niño que encarna al problemático Juan Carlos,
Borja Navas ;
fabuloso Fernando Tejero (el portero de “Aquí no hay quien viva”, también
protagonista de “Días de Fútbol), quien demuestra ser capaz de tocar
magníficamente la veta dramática; un Alex Casanova a la altura de los
anteriores, metido en el pellejo del fundador de la CEMU, aunque quizás peque de
cierta afectación en escasos momentos de su actuación...
Respecto a la banda sonora, se
combinan las rumbas con el flamenco pop; los temas están elegidos con buen
gusto, atinadamente, sucediéndose interpretaciones de canciones de Kiko Veneno
y Triana, entre otros... El tema principal, la composición de Kilo Veneno que da
título a la película, interpretada por Albertucho (muchos hubieran preferido que
lo hiciera nuestro“Camarón”).
“Volando voy” es una película
amena, que combina acertadísimamente el tono dramático con los lances, con las
ocurrencias del “Pera” y sus malas compañías, que nos da pie a reflexionar sobre
algunos temas de gran actualidad: las bandas juveniles, la educación de los
jóvenes, las causas últimas de la violencia juvenil; la responsabilidad de
padres, sistema educativo y sociedad, la ley del menor...
En conclusión:
una película muy recomendable, de la que salimos con un buen regusto, ya que
predomina una visión positiva y optimista. |
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