Ficha Técnica:
Actor / Actriz: Joseph Fiennes, Jonathan Firth,
Alfred Molina, Claire Cox, Peter Ustinov, Bruno Ganz
Cinemat/Montador: Clive
Barrett
Director: Eric Till
Fotografía: Robert Fraisse
Guionista: Bart Gavigan,
Camille Thomasson
Música: Richard Harvey
Producción: Alexander Thies, Franz Thies
Página de la distribuidora española:
www.karmafilms.es
Con tres años de retraso ha llegado a España esta
superproducción europea, “Lutero” (Lüther, 2003) bajo batuta alemana,
dirigida por Eric Till, que contó con un presupuesto de 20 millones de euros. No
se escatimó nada en las localizaciones, repartidas entre Alemania, República
Checa e Italia. Más de tres millones de espectadores asistieron al pase de la
cinta en Alemania.
Enmarcado
dentro del género histórico, “Lutero” ofrece el punto de vista “protestante”
sobre el proceso de Reforma de la Iglesia Católica que derivó en el cisma entre
católicos y “luteranos” o “protestantes”.
Si nos fijamos en los créditos, constatamos que la
película ha contado con el asesoramiento (Iglesia Evangélica Alemana;
financiación parcial- 'Thrivent Financial für Luterans), al igual que las
producciones de Franco Zeffirelli o Mel Gibson contaron con el nihil obstat de
la jerarquía católica.
Del fenómeno luterano se ofrece sólo la vertiente
religiosa idealizada (la necesidad de reforma ante la corrupción promovida por
el mismo Vaticano); se obvia que en el apoyo que los Príncipes alemanes prestan
a la causa luterana subyacen unos evidentes intereses políticos (de los
Príncipes alemanes frente a la Corona española y al Papado); tampoco se aborda
el apoyo que brindó Lutero a la nobleza en la sangrientamente reprimida “Guerra
del Campesinado”, episodio éste que apenas se apunta en la película, el cual
llega con bastante confusión al espectador (no nos queda claro a qué se debe la
matanza). Por cierto, ninguna referencia tampoco al precedente que en la crítica
a la Iglesia supuso Erasmo de Rótterdam, quien fue profesor de Lutero. Con todo,
no es en modo alguno una película proselitista ni esencialmente “religiosa”,
Hablar de película biográfica no sería riguroso,
ya que la acción comienza, de forma impactante, “in media res”, con un joven
Lutero que en medio de una terrible tormenta y temeroso de morir víctima de una
rayo, promete a Dios profesar si le salva. Además, el fin de la película no
coincide con la muerte del protagonista, sino con su momento de mayor gloria.
La
acción, trepidante la mayor parte del tiempo, se centra en la lucha interior que
se libra en el protagonista entre la necesidad de reforma de la Iglesia y la
obligada ruptura con ésta, ante el grado de corrupción imperante en la iglesia
católica en general y en el Vaticano en particular en el siglo XVI (fenómeno que
arranca ya desde el medioevo).
Las dos horas que viene a durar el film nos
resultaron excesivas, y la parte final, algo pesada. Eso sí, resulta chocante,
esperpéntica, la escena musical en que unas ex-monjas, cantan y bailan
celebrando su compromiso matrimonial: totalmente fuera de lugar.
INTERPRETACIÓN
Los actores principales, Joseph Fiennes (Lutero),
Bruno Ganz (quien encarnara magistralmente a Hitler en “El Hundimiento”,
interpreta con sobriedad el Prior agustino Johann Von Staupitz ), Sir Peter
Ustinov (el Príncipe Federico el Sabio), Benjamín Sadler (Spalatin, secretario
del Príncipe Federico), Jonathan Firth (Girolamo Alcander, embajador papal),
Alexander Molina (John Tetzel, fraile vaticanista antítesis de Lutero) y
Jochen
Horst (Profesor Carlstadt ) llevan a cabo una buena interpretación.
Joseph Fiennes encarna magníficamente la agonía
interior de un Lutero que se debate entre la crítica, la ruptura y la
observancia, entre la paz y la guerra, entre conservar la vida y arriesgarla,
en unos monólogos atormentados en los que increpa al Diablo. Sir Peter Ustinov
borda su papel de un Federico el Sabio astuto y socarrón, aunque el radical
cambio de actitud hacia Lutero y su reforma resulte poco creíble.
Sin embargo no nos convenció la actuación de la
secundaria Claire Cox (esposa de Lutero), quien imprime a su personaje un
excesivo entusiasmo y efusividad.
CONCLUSIÓN
Resumiendo: una película interesante, en la que se
reivindica y divulga la figura de Lutero, un hombre cuya conciencia crítica y
cuyo coraje le llevó a emprender un desigual, pero finalmente victorioso combate
contra un poder religioso llevado al grado sumo de la corrupción (el Papado en
el siglo XVI) y su brazo político (el Imperio de Carlos V); una película que
pone en evidencia la ambigüedad del término “guerra santa”, que no es privativo
del Islam.
“Lutero” nos
hace reflexionar sobre las nefastas consecuencias que se derivan de la
intransigencia y del integrismo, ya vengan éstos de un lado o de otro. |