Sala:
Teatro Villamarta de Jerez
SWEDISH CHAMBER ORCHESTRA.
Jian Wang, vilonchelo.
Director: Thomas Dausgaard.
Programa :
I
Parte
L.E.Larsson:
Suite Pastoral Op. 19
Overtüre:Adagio-Allegro
Romance: adagio.
Scherzo: Vivace.
R. Schumann:
Concierto para violonchelo y orquesta en La
menor Op. 129
Nicho zu snell
Langsam
Sehr lebhaft.
II
Parte
L.v. Beethoven
Sinfonía nº3 en Mi bemol mayor Op. 55 “Heroica”.
Allegro con brío.
Marcia fúnebre: adagio assai
Scherzo-Trio: Allegro vivace.
Finale: Allegro molto-Poco andante-Presto.
La Swedish Chamber Orchestra, es una orquesta
relativamente joven, ya que fue fundada en 1995. Tiene carácter estable y una
proyección internacional cada vez más importante. Aborda temas específicos de
las orquestas de cámara, pero también interpreta música sinfónica.
El sábado 10 en el Teatro Villamarta sorprendió
agradablemente por su buen “ensemble”, su sonido cuidado con exce lencia,
puesto de manifiesto en los adagios de las tres obras que trajeron a Jerez, y
por la disposición de los instrumentos, que respondía a criterios no usuales.
Precisamente el hecho de colocar las violas a la
derecha del director, y los violines y violonchelos a su izquierda, permitió ver
de una manera interesante el trabajo de aquéllas, otras veces inadvertido en el
meollo de la orquesta tradicional. Se notó y mucho en la “Suite Pastoral” de L.E.
Larsson, compositor sueco fallecido en 1986. El “Romance: Adagio” de esta suite,
sencillamente genial.
Acompañando a la Swedish C.O. vino Jian Wang,
vilonchelista nacido en Shangai, y de reputada fama mundial. Entre las orquestas
con las que ha tocado está la Orquesta de Valencia.
Wang interpretó el concierto para violonchelo y
orquesta en La menor Op. 55 de R. Schumann. Su técnica impecable y la obra,
romanticismo en estado puro, hicieron que el público le ovacionara repetidas
veces. Nos ofreció como propina “Una melodía chinesse”. Asombrosa la capacidad
de Wang de sacarle todo tipo de notas al violonchelo, que por un rato nos llevó
a todos al corazón de China, cautivándonos con una melodía deliciosa.
Cerró el programa la sinfonía nº 3 de Beethoven
“Heroica”, la que todo el mundo sabe que estaba predestinada para gloria de
Napoleón Bonaparte. De esta sinfonía se han escrito ríos de tinta, pero que duda
cabe que fue una de las trasgresoras, rompedora de los convencionalismos de la
época, y a la postre una de las que ha consagrado al genio de Bonn, haciéndolo
inmortal.
Se puede decir que de las interpretaciones de la
tercera de Beethoven guste más una versión u otra, sobre todo si nos referimos a
grabaciones discográficas, donde lo que suena, es en gran parte resultado del
trabajo añadido de la ingeniería de sonido.
Si me apuran podría decir algo en relación al sonido de la
trompeta de la Swedish C.O. o del resultado de disponer en oblicuo las trompas,
a la derecha del director, en un teatro como el Villamarta. Pero lo cierto es
que la versión de esta sinfonía sonó redonda, bien compactada y sin echar de
menos la concurrencia de una orquesta sinfónica. Lo cual ya es mucho, y bueno.
DIARIO Bahía de Cádiz |