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 Crítica

El Carmina Burana de Carl Orff, interpretado por la Filarmónica de Málaga y el Orfeón Donostiarra, trasladan al público jerezano al misterio del medioevo

Lleno total en el Villamarta de Jerez para escuchar al Orfeón Donostiarra y la Filarmónica de Málaga, la noche del viernes 13 de octubre. El programa, a priori se presentaba desigual, pues aunque sin solución de continuidad, se interpretaron dos obras. La primera, de Jesús Guridi, “Cuadros vascos”, que, aunque sin duda bien interpretada, no tenía mucho sentido el haberla programado junto al “Carmina Burana” de Carl Orff, que trasladaba al público jerezano al misterio del medioevo, gracias a los poemas goliardescos en latín del S.XIII

  JESÚS SÁNCHEZ-FERRAGUT (Jerez). 16-10-2006

 

Sala: Teatro Villamarta de Jerez

Programa:

I.- CUADROS VASCOS. J.Guridi.

II.- CARMINA BURANA. Carl Orff

Orfeón Donostiarra. Director: José Antonio Sáinz Alfaro

 Orquesta Filarmónica de Málaga. Director: Aldo Cecatto.

Milagros Poblador, soprano. Luis Calero, contratenor. Wolfgang Newerla, barítono.


Lleno total en el Villamarta de Jerez para escuchar al Orfeón Donostiarra y la Filarmónica de Málaga, la noche del viernes 13 de octubre. El programa, a priori se presentaba desigual, pues aunque sin solución de continuidad, se interpretaron dos obras. La primera, de Jesús Guridi, “Cuadros vascos”, que, aunque sin duda bien interpretada por el Orfeón y la Filarmónica de Málaga, no tenía mucho sentido el haberla programado junto al “Carmina Burana” de Carl Orff, ya que ni por temática, ni calidad, ni complejidad se justifica el interpretarlas en el mismo programa. Desde mi punto de vista, esta introducción sobró.

 

El público, como viene siendo lo habitual cuando se programa una audición en directo del “Carmina Burana”, suele llenar los auditorios y va mentalizado para escuchar textos goliardescos en latín, con la imaginación puesta en el medioevo alemán, gracias a los poemas de esta recopilación del siglo XIII, y que fueron utilizados en parte por Carl Orff (1895-1982) para su cantata escénica, del mismo nombre que la recopilación.

 

El éxito del “Carmina Burana” hoy: Facilidad, Fuerza, Actualidad

 

Amantes de la música clásica y no, se dan cita hoy día cada vez que una representación en directo de Carmina Burana se programa en un teatro. Incluso gente no especialmente amantes de la música en general, se acercan a ver la puesta en escena. Ello se explica a través de los sentimientos. La música del genial músico alemánImagen promocional del Orfeón Donostiarra, Carl Orff, contiene todos los elementos necesarios para despertar múltiples sentimientos en el espectador, a poco que se quiera estar abierto a esa posibilidad. Desde la primera nota con que se abre el prólogo del Carmina Burana, al espectador se le conduce por un camino que recorre su intimidad, y sus sentimientos son llamados a interaccionar con lo que está sonando en el escenario. Rápidamente el espectador entiende y siente las distintas melodías de la obra, teniendo la oportunidad de retenerlas para sí fácilmente, a lo largo de las tres partes de la misma.

 

La obra de Carl Orff  necesita para ser interpretada una gran orquesta, y un coro que le den la fuerza en los momentos claves. Dos pianos y una multiplicidad de instrumentos de percusión contribuyen decisivamente a darle este carácter a la obra. Sin duda estas características del Carmina Burana también “enganchan” a mucha gente.

 

Pero sin duda otra de las razones poderosas del éxito actual de esta obra de 1937, son las que nos llevan a indagar y rebuscar en el misterio de lo medieval, de esa etapa de la humanidad que nos hace soñar y viajar en el espacio-tiempo, lo cual está de plena actualidad. Si “Oh Fortuna”, la pieza que abre el Prólogo: “Fortuna Imperatrix Mundi”, sirvió para poner en ambiente la película Excálibur, no es menos cierto, que otras partes de la obra también le habrían venido como anillo al dedo, a filmes como “El nombre de la rosa” de Humberto Eco, o “El señor de los anillos” de Tolkien, o cualquiera otro de los exitosos filmes basados en novela histórica o fantástica.

 

Orfeón, Carmina Burana y Villamarta

 

La representación del Carmina Burana del Villamarta fue todo un lujo en lo que se refiere al Orfeón Donostiarra y a la Orquesta Filarmónica de Málaga. Esta última supo aprovechar todos los recursos que la obra permite a la percusión, de una manera extraordinaria, y por poner alguna leve falta, decir tan solo que algunas partes fueron interpretadas un poco rápido a mi manera de entender. El Orfeón estuvo sobresaliente.

 

La soprano Milagros Poblador tuvo una estupenda actuación, así como el contratenor Luis Calero. El barítono Wolfgan Newerla tuvo altibajos, que suplió con algún toque de “puesta en escena”, quizás un poco forzados.

 

 

 


 

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