Crítica

Arantza Aguirre, una sorpresa agradable al acordeón en ‘Las Noches Clásicas’

Arantza Aguirre, de la mano de ‘Clásicos en ruta’ llega a ‘Las Noches Clásicas’ de Cádiz, con un programa extenso y variado, demostrando su virtuosismo con el acordeón, un instrumento desconocido para muchos en esta faceta clásica. Una sorpresa agradable el concierto en el Centro Cultural Municipal Reina Sofía, pese a que el mismo discurrió demasiado deprisa, sin dar tiempo apenas al público a digerir lo que estaba escuchando.

  JESÚS SÁNCHEZ-FERRAGUT (Cádiz) 08-08-2007

Sala: Centro Cultural Municipal Reina Sofía de Cádiz.

“ARANTZA AGUIRRE, Acordeón”.

 DIARIO Bahía de Cádiz

PROGRAMA:

I.- Preludio y fuga de Bach.

II.-Variaciones sobre un tema vasco. Jesús Guridi.

III.- Tango. Luis de Pablo.

IV.- Sonata en sol mayor nº 94. Antonio Soler.

V.- Correcaminos. Ion Zorn.

VI.- Andante en Fa mayor KV 616. W.A. Mozart.

VII.- Danza Oriental. Enrique Granados.

VIII.- Introducción y Tarantela. Pablo Sarasate.

Arantza Aguirre demostró el martes 7 de agosto ser una estupenda virtuosa del acordeón, un instrumento no demasiado conocido en los círculos de música clásica. Resulta novedoso para la mayoría oír una pieza musical de Bach, como el Preludio y fuga que interpretó Arantza, en un acordeón, y lo que resulta sorprendente sobre todo es ver cómo se pueden tocar varias voces a la vez, ejecutando los botones de la mano izquierda y la derecha simultáneamente. Realmente se requiere una gran habilidad por parte del intérprete, cosa que demostró una joven Arantza Aguirre de 25 años.

Hablando con ella al final del concierto, nos decía que realmente el problema es la poca producción clásica que existe para ser interpretada al acordeón de concierto, ya que el instrumento comenzó su auge a partir de los años sesenta, hecho que explica que la mayoría de las obras escritas para acordeón sean obras contemporáneas y de otros géneros musicales. Cuando se quiere interpretar alguna obra de corte clásico hay que recurrir a la adaptación musical para el instrumento.

Para mi fue una sorpresa agradable el concierto en el Reina Sofía, pese a que el mismo discurrió demasiado deprisa, sin dar tiempo apenas al público a digerir lo que estaba escuchando. Hubiera sido preferible hacer algún intermedio, y tomarse un mayor respiro entre obras, y sobre todo, si se cambia la programación impresa en el programa, como fue el caso, es mucho mejor anunciarla justo al comienzo de cada obra, para mayor comprensión del respetable. Pero en definitiva son pecados menores, ya que la interpretación, además de excelente, como dije antes, una sorpresa agradable.