SALA: CENTRO CULTURAL MUNICIPAL “REINA SOFÍA”.
“CUARTETO ITURRIAGA”.
PROGRAMA:
I.- Cuarteto nº 3 en mi bemol mayor. Juan
Crisóstomo de Arriaga.
Allegro
Pastorale. Andantino.
Menuetto. Allegro.
Presto agitato.
II.- Die Zeit des Narziss.
(El momento de narciso). Aristides Strongylis.
III.- Cuarteto de cuerda en la menos op. 51, nº
2. Johannes Brahms.
Allegro non troppo
Andante moderato.
Quai minuetto moderato
Finale. Allegro non assai.
El cuarteto Iturriaga nos ofreció anoche un
estupendo concierto. Bien escogido, y fenomenalmente interpretado. El concierto
fue de más a más, por decir algo, ya que la obra de Arriaga, “Cuarteto nº 3 en
mi bemol mayor”, si bien de connotaciones facilonas, aunque extensa, fue
ofrecido al público con un excelente saber hacer. Un buen comienzo.
No
sería totalmente justo decir que lo mejor de la noche fue la obra “Die Zeit des
Narziss” del griego Arístides Strongulis, por la sencilla razón que lo que venía
después, Brahms, nos dejó a todos impresionados, pero la verdad es que al menos,
la composición de Strongylis, si resultó ser la más interesante. Pieza de
difícil ejecución, especialmente dedicada para el Cuarteto Iturriaga, e
inspirada en una obra de Hermann Hesse. Sencillamente fenomenal.
Pero llegó la última parte del concierto,
“Cuarteto de cuerda en la menor op. 51 nº2” de Johannes Brahms, y la impresión
fue total. El segundo movimiento, es sencillamente para recordarlo. Solo la
magia (y las horas de ensayo) hicieron en ese momento que el ensemble de cuatro
verdaderos solistas, sonaran un todo redondo y con una armonía rayana en la
perfección.
Al final, hablando con los hermanos
Iturriagagoitia, y el resto de los miembros del cuarteto, Miguel Angel y Rebekka,
me decían que su especialidad no es la música contemporánea, pese a que así lo
anuncie su página web. Y la verdad es que tuve que creerles, a la vista de lo
que acababan de interpretar en el Patio del Reina Sofía. Me contaron que van a
trabajar sobre un nuevo disco de obras inéditas de Arri aga
a finales de año y que esperan poder poner a la venta en 2008. Me parecieron
sinceros cuando me dijeron que Cádiz les había acogido estupendamente y que
disfrutaron del entorno mientras tocaban.
El cuarteto tiene una gran proyección a mi modo de
ver, bastante personalidad, y su forma de interpretar, peculiar, poniendo esa
chispa de gracia a las interpretaciones, que me pareció, al fin y al cabo, un
detalle para con el público. Su interés por interpretar y estudiar a los
compositores dentro de su contexto histórico, social y de pensamiento, un reto,
a fomentar.
El escenario, es decir el patio del Centro
Municipal de Cultura Reina Sofía, puso el resto, ya que posibilita el que la
temperatura sea natural, sin especiales r uidos
o molestias por el viento. Su arquitectura y el entorno le dan el encanto
necesario para que la magia de la música traslade al público y le haga sentir el
lujo del momento.
Es de agradecer a la organización el cambio de las
sillas, en relación con el primer concierto del pasado mes. Las de ahora mejoran
sensiblemente el espectáculo. Sólo pedir, por favor, que apaguen el foco del
hueco de la escalera detrás del escenario, por innecesario y molesto. Por lo
demás mis felicitaciones a la organización por esta iniciativa, hasta el momento
tan acertada. DIARIO Bahía de Cádiz |
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