Sólo faltó una
pinta de Guiness para creernos en Dublín
De Melbourne
a Chiclana, camino de Madrid, Mary Black dio un concierto en el Teatro Moderno,
dejando el ambiente impregnado de aires de Irlanda: De la bahía de Donegal, de
los acantilados de Moher, Killkenny, Cobh, Cork y tantos otros parajes
irlandeses. Con el Teatro Moderno prácticamente lleno, subió Mary al escenario,
la cantante más conocida y que más discos vende en Eire, haciendo música folk
tradicional irlandesa, entremezclada con country americano |
De
Melbourne a Chiclana, camino de Madrid, Mary Black dio un concierto en el Teatro
Moderno, dejando el ambiente impregnado de aires de Irlanda: De la bahía de
Donegal, de los acantilados de Moher, Killkenny, Cobh, Cork y tantos otros
parajes irlandeses.
Con el Teatro Moderno prácticamente lleno, subió
Mary Black al escenario cantando su tema “No frontiers”, un clásico de ella, de
su disco del mismo nombre de 1989.
Mary Black, la cantante más conocida y que más
discos vende en Eire, hace música folk tradicional irlandesa, entremezclada con
country americano. Sus canciones son generalmente escritas por autores varios,
que van desde Bob Dylan a Noel Brazil. A este último, ya fallecido, dedicó
anoche unas palabras Mary.
Sin embargo, el pasado viernes 24 de marzo cantó
en Chiclana dos canciones de su último disco, escritas por ella misma junto con
su hijo Danny O’Reilly: “Your love” y “Stand up”. Este último tema, realmente
bueno,
estuvo a la altura de la magistral interpretación que hizo de “Moon River”, ya
saben ustedes, quizá la canción más famosa de todos los tiempos en los Estados
Unidos...”Moon River, wider than a mile...”
También hubo dedicatoria a su madre: “Song for
Ireland”, de Phil Colclough, incluida en su álbum del mismo nombre, basado en un
concierto en el Olimpia de París.
El concierto fue subiendo de calidad conforme Mary
se fue haciendo con el escenario y el público de Chiclana se fue metiendo poco a
poco en el espectáculo. Sin darte cuenta esta irlandesa va sacando a relucir su
voz cálida y cuidada. Poseedora de una buena técnica, sabe encajarse como un
instrumento más en el escenario cuando ello es preciso, sin dejar por ello de
brillar por encima de todo, en la mayoría de las ocasiones. Sencillez,
amabilidad y simpatía, son además otras cualidades que demostró Mary, en el
escenario, ante el público de Chiclana.
De los tres músicos que la acompañaron en su
concierto, hay que destacar a Pat Crowley, al piano y acordeón, junto con los
coros, que lo hizo fenomenal. Del resto de su banda habitual, Mary se tr ajo
consigo a James Blennerhassett, al bajo eléctrico y a Bill Shanley, a la
guitarra acústica. Todos hicieron coros. Es cierto que echamos de menos un poco
más de percusión en el concierto de Chiclana, aunque la propia Mary no dudó en
tocar el pandero, pandereta y otros instrumentos de percusión.
En total interpretó quince canciones, a las que
añadió dos propinas: La conocidísima “Only a woman’s heart” (mezclada con el
conocido reggae “No woman no cry” de Bob Marley) y “Lay down your weary tune”.
De su último disco, “Full Tide” interpretó varias
canciones, entre ellas, una cantada en gaélico: “Siúl a Rún”, canción
tradicional irlandesa muy conocida. El resto fueron temas de su amplia
discografía, de más de 20 años cantando y grabando.
Un grato concierto, bien ensamblado, con una encantadora Mary
Black, para los que tuvieron la suerte de presenciarlo, y que seguro lo
recordarán durante un buen tiempo. Sólo nos faltó una pinta de Guiness para
creernos en Dublín. |
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