Sala: Palacio de Congresos de Cádiz
Ara Malikian Ensemble
Director: Ara Malikian
Programa.
Pablo Sarasate (1840-1908)
Tarantella op.43
Aires bohemios, op. 20
Zapateado,op.23
Jota Navarra
Playera
Capricho vasco op.24
Fantasía de Carmen, op. 25
Tres cuartos de entrada y mucho ambiente en la
Sala Auditorio del Palacio de Congresos de Cádiz para el concierto de Malikian
en la noche del lunes 26, en el marco del Festival de Música Española. Además de
su excelente técnica al violín, Malikian demostró gran capacidad de comunicación
con el público gaditano que disfrutó de una magnífica velada musical.
Abrió el concierto Ara Malikian un poco impreciso
en la Tarantella que tocó con energía y temperamento y que sirvió de
presentación del Ensemble, que acompañó al artista en la interpretación de todo
el programa.
El violinista y director comentó cada pieza que
interpretó, dando más notas informativas sobre cada una, consciente de las
carencias de las notas al programa en
ese sentido. Malikian, sencillo y simpático en todo momento, conectó rápidamente
con el público, que siguió atento sus explicaciones sobre el programa del
concierto y se recreó con la música y evoluciones del artista en el escenario.
Malikian domina la escena y controla el espectáculo, luciendo su virtuosismo al
violín y manejando el tempo a su gusto. Su Ensemble cumple con oficio, aunque
siempre condicionado al esfuerzo de acompasarse con el ritmo voluble del
armenio-libanés. Este reclamó recuperar el repertorio para violín, en especial
el de Sarasate, quien a su criterio está poco valorado en España
Bellísima primera parte de Aires bohemios,
la música zíngara más conocida, en la que Malikian sedujo con un sonido
susurrante en los graves, limpio y cristalino en el resto de la gama. Remató en
el climax final con un modulado y contenido virtuosismo. El público vibró con
las interpretaciones del frenético Zapateado, pieza muy conocida en el
baile flamenco; y de la pasional Jota; aunque se mostró Malikian
despreocupado del ajuste rítmico con su grupo y de la pureza de su digitación al
violín.
Acompañado sólo por la guitarra, su interpretación
de Playera, un palo entre toná y seguirilla plañidera, evidenció que en
los tiempos lentos mejora mucho el sonido de su violín y él se torna más
sensible y expresivo. La pieza más conseguida fue Capricho Vasco, zorziko
que interpretó en su versión 5/8, donde demostró su capacidad técnica para
arrancar el mejor sonido posible y liberar su exuberancia artística. Excelente
Malikian en el exigente final de la obra. DIARIO Bahía de
Cádiz
Muy aplaudido por el público al final de una
discreta Fantasía op. 25 sobre la ópera Carmen, dio propinas de obras de
Manuel de Falla que cerraron el concierto. El gesto último de Ara Malikian,
simbolizando arrancar el alma del violín en el último trazado del arco, muy
emocionante. |