Sala:
Teatro Villamarta
Obra: La Bohéme. Giacomo
Puccini.
Orquesta: Manuel de Falla.
Directora Elena Herrera
Coro del Teatro Villamarta.
Director Ángel Hortas
Reparto:
Ainhoa Arteta, Mimí
Fernando de la Mora,
Rodolfo.
María Rey-Joly, Musetta.
Alberto Arrabal, Marcello.
Rodrigo Esteves, Schaunard.
Joseph Ruiz, Benoît /
Alcindoro.
Manuel Jesús Barrera,
Perpignol
Hilario Abad, Juan Pavón,
Juan José Guerrero.
La Bohéme, que ya en 1896 fuera nada más
estrenarse una de las óperas destinadas a dar gloria a Puccini, fue puesta en
escena en el Teatro Villamarta en una producción escénica del Palacio de
Festivales de Cantabria y Gran Teatro de Córdoba, con producción musical del
propio Villamarta.
Pocas cosas sobraron o faltaron a esta
representación que atrajo a un público expectante
por ver de nuevo a Ainoa Arteta (semanas antes ya no había entradas)
interpretar uno de los papeles clave de la ópera pucciniana. La escenografía
muy correcta, y con buenos recursos imaginativos. La escena dinamizada bastante
bien, tanto por el movimiento de los personajes y figurantes, como por el
vestuario, adecuado a una época posterior a la que se desarrolla en el libreto
original de Giacosa e Illica.
La Orquesta Manuel de Falla mantuvo un buen nivel,
aunque a mi modo de entender no resolvió bien la percusión en algunos momentos
de la representación.
La expectación de la noche estuvo centrada en
Aninhoa, a la que se esperaba con ganas. Y no decepcionó. Derrochó un torrente
de voz, y demostró que posee técnica sobrada. En cuanto a la faceta de actriz,
bien, a pesar de que el personaje de Mimí es de difícil interpretación ya que
requiere a la par producir en el público la ternura requerida, junto con el
romance de su amado Rodolfo. Todo se complica con su muerte, no acompañada por
la música, que exige un esfuerzo de canto que no propicia la imagen de una
persona moribunda. Y además Ainoa ayer hizo todo un alarde de potencia de voz...
Junto a ella, sobresalió notablemente Fernando de
la Mora, el tenor mejicano que representó a Rodolfo. Tenor experimentado, que
posee numerosas grabaciones, anoche lo hizo francamente bien, en todos los
aspectos, recibiendo un merecido y sincero aplauso del público jerezano. Estoy
seguro que su interpretación anoche junto con Ainoa del “Che gelida manina”,
quedará en el recuerdo de muchos y hará afición de otros tantos.
Del resto de cantantes, destacar el estupendo
papel hecho por el madrileño Alberto Arrabal, barítono de 34 años al que
deseamos de verdad el mejor de los éxitos en su carrera profesional.
También destacable fue el papel de María Rey-Joly,
también madrileña, y que además de una buena técnica de canto, posee una faceta
importante como actriz. Puso una buena parte de la nota dramática de la
representación, en un papel en el que es fácil caer en lo tópico y difícil
interpretarlo con soltura.
En general un buen recuerdo de esta representación de La Bohéme,
ópera que nunca pierde actualidad y que admite revisiones escénicas, que, sin
tener que acudir a grandes inversiones, nos hacen disfrutar de un excelente
espectáculo de teatro y música, es decir, la ópera que escribió Puccini. |