Sala: GRAN TEATRO FALLA
Obra: “FLAMENCO PARA TRAVIATA”.
Compañía: LA CUADRA DE SEVILLA. (ESPAÑA)
Creación y Realización: Salvador Távora.
Coreografía general: Salvador Távora. Pasos en
las Coreografías: Trinidad Sevillano; El Mistela; Maria Távora.
Arreglos musicales sobre la Travista de Verdi:
Francesco Manna.
Bailaores: María Távora; El Mistela.
Cantaores: Ana Real; José Ángel Carmona.
Guitarras: Manuel Barraquero; Miguel Aragón. Percusión: Javier Prieto.
Bailarines: Carolina Morales; Juan romero. Jinete: Jaime de la Puerta.
Un importante recorrido por el mundo del Fandango
nos trajo el espectáculo de Távora a este FIT qu e
pasa ya su ecuador en esta edición de 2007. Como reza en el programa, los
fandangos que se traen a escena son los de El Carbonerillo, Paco Toronjo,
Antonio de la Carzá; El Niño Gloria; Camarón; El Peluso; El Pichichi; Niño de
Aznalcóllar; El Bizco de Amate; Cerero; Pepe el Pinto.
No es ninguna tontería recomendar a alguien que se
quiera iniciar en el mundo de la Ópera, que empiece por escuchar “La Travista”
de Verdi. Por varias razones. Una de ellas es el contenido dramático de la obra
basada en la novela de Dumas. Es la historia de “La Dama de Las Camelias”, que
trasladada a la ópera fue bautizada como
“La
Travista”. El argumento es el de una joven y guapa prostituta que llega a tener
su reconocimiento social, pero que muere antes de tiempo por culpa de la
tuberculosis, la enfermedad incurable de la época. Su amor, el de Violeta por
Alfredo, se ve truncado en la obra que acaba prácticamente en tragedia. Un
argumento que engancha al gran público.
Pues bien, tampoco es tontería iniciarse en el
flamenco comenzando con el fandango, que sin duda es el palo más cercano a las
fibras sensibles del pueblo.
Tanto
por las letras como por el propio compás del fandango. Más armónico, y con un
patrón más entendible por el público en general.
Por ello, la mezcla que escenifica “Flamenco para
Traviata” está destinada para ese gran público. Sin necesidad de recurrir a
otros argumentos de estéticas más complicadas, técnicas o innovadoras. Eso sí,
la estética de Távora, con luz, con blancos y negros. Pulcra y sin aristas,
resulta comercialmente correcta, huyendo de propuestas no dignas.
El público del FIT lo pasó bien con esta Traviata por fandangos.
Seguro que será un éxito donde quiera que se represente.
DIARIO Bahía de Cádiz |