Sala: Aulario de la Bomba.
Obra: Zenobia.
Producción del Centro Andaluz de Teatro, en
coproducción con Producciones Imperdibles.
Actores: Antonia Zurrera. Javier Castro.
Pianista: Alejandra Pacheco. Cámara en escena:
José Pipió.
Ayudante de Dirección: Teresa Pardo.
Dirección, dramaturgia y puesta en escena: Gema
López- José María Roca.
Con una puesta en escena familiar pero con
innovaciones sobre lo que se suele ver en una obra en teatro, se presentó la
obra “Zenobia”, de Producciones Imperdibles, en coproducción con el Centro
Andaluz de Teatro.
Cuando
me refiero a familiaridad en la puesta en escena de “Zenobia”, me refiero a que
son técnicas que nos recuerdan a recursos utilizados por el cine y por otro tipo
de espectáculos, como los conciertos musicales donde las pantallas del vídeo te
lanzan otro punto de vista de lo que en directo estás viendo en la escena. El
recurso de proyectar el fondo de Nueva York u otras ciudades, simulando que los
actores se pasean por sus calles, o que descansan en el césped de Central Park,
no deja de darle cierto colorido y ayuda a recrear con la vista un relato al que
le viene muy bien el recurso visual. Muy curioso también la introducción de esa
especie de “making off” de la actriz relatando su mentalización y motivación
para representar el papel de Zenobia, aunque quizá un poco extenso.
Que duda cabe que hoy día la escenografía va por
esos derroteros. La utilización de técnicas de probada eficacia en otras artes,
en este caso el cine, debidamente adaptadas al directo y a los espacios
reducidos de los escenarios, enriquece muchas obras teatrales. Otro menester es
lo que cueste ese despliegue de medios... Pero eso no es objeto de discusión en
el foro de un Festival de teatro, donde lo suyo es ver propuestas novedosas.
Hay que destacar también la acertada decisión de
incorporar a la escena un piano, con escogidas piezas musicales, que ayudan
también a la recreación del entorno de Zenobia y Juan Ramón. Obras que van desde
George Gershwing a Chopin son interpretadas por Alejandra Pacheco dándole a cada
momento de la obra un ritmo musical ciertamente agradable.
La
visión que de la vida de Zenobia Camprubí nos deja la obra de Producciones
Imperdibles, basada en textos autobiográficos, cuadernos de viaje, biografía de
Juan Ramón Jiménez, su esposo, y el propio diario de la escritora, nos da una
visión de su vida en amor con Juan Ramón. Se nos da una pincelada de la persona,
que vivió en pareja y matrimonio con un premio Nobel y que dedicó gran parte de
su trabajo a traducir a otro premio Nobel: Rabindranath Tagore, el poeta
bengalí.
Antonia Zurrera estuvo bien en el papel de Zenobia,
y junto con Javier Castro supieron transmitir al público la proyección de
Zenobia en primer plano y de la pareja Zenobia-Juan Ramón en el segundo, pero
siempre presente en todos los planos, tal como debió ser la vida de esta mujer
culta, hija de catalán y puertorriqueña, con empeño y dedicación a darle un
sentido práctico a la vida con Juan ramón Jiménez.
En general una buena obra que fue seguida con
interés por el público que acudió al Aulario de la Bomba. |