Sala: AULARIO DE LA BOMBA
Obra: “EL PATIO”.
Compañía: TEATRO VELADOR. (ESPAÑA)
Actores: Luis Medina. Benito Cordero. Juanjo
Macías.
Bailarinas: Adriana Domínguez Márquez. María Ruiz
Canivell. Ana Paredes. Pilar Zúñiga Valero. Luisse Cardoso de Mello.
Autor, escena y Dirección: Juan Dolores Caballero.
Música: Inmaculada Almendral. Coreografía:
Trinidad Sevillano.
En realidad, lo que nos trajo a escena el viernes
la Compañía Teatro Velador (Bormujos, Sevilla), fue un espectáculo de danza con
algunos toques de adaptación teatral. Pero al final danza contemporánea.
El espectáculo no deja al espectador indiferente,
sino que por el contrario consigue fijar su atención durante la hora casi exacta
que dura la representación, atraído por los diferentes cuadros y situaciones que
conforman la obra.
Con un escenario adaptado para la danza
contemporánea, en lo que da de si el Aulario de la Bomba, simple, y que trata de
representar el patio de una supuesta institución para mujeres, los personajes y
bailarinas ponen en escena, con diversas técnicas, una serie de situaciones
dominadas por la rítmica, entendida en este caso como disciplina modificadora de
la voluntad de la persona, en una supuesta “sociedad de vigilancia”.
Aprendizaje, conductas, e incluso sentimientos
(pocos) son tratados bajo el prisma del ritmo, expresado en forma de danza,
soportado por una cuidadísima elección musical, responsabilidad de Inmaculada
Almendral, que sin duda es parte fundamental de este “Patio” representado en el
FIT 2006. Y es que en esta obra de Teatro Velador, el color lo puso la música,
llena de matices y sentimientos, todo lo contrario que la escenografía, donde
toda la escena y el vestuario están impregnados del monocromo color blanco.
El vestuario es blanco, a la vez que el suelo,
muebles y columnas. Blanco frío. De hielo. De institución para enfermedades
mentales… Muy lejos de lo que puede significar ese mismo blanco para compañías
venidas de tierras americanas para este FIT, donde el color blanco está asociado
a la calidez, en las formas y en el pensamiento.
El público agradeció con sus aplausos la representación,
merecedora sin duda de los mismos, por lo de innovadora, buena coreografía de
los números de danza y realización escénica. La música estupenda. |