El pasado sábado 2 se puso en
escena, en El Puerto, “Mentiras, incienso y mirra”, una producción teatral
que contó con la actuación de un elenco de autores conocidos por su
participación en series de televisión. La obra está dirigida por Juan Luis
Iborra, quien es también coautor junto a Antonio Albert.
La escena describe una de las
reuniones que, periódicamente la noche de Reyes, celebra un grupo de viejos
amigos.
La trama de la comedia suena al
espectador, pues habla de cómo los comensales, amigos de siempre, sin
embargo han ido cambiando a lo largo de los años, y sin embargo quieren, a
pesar de ello, mantener a toda costa la apariencia de esa amistad que se
refleja en la cita anual de Reyes Magos.
Pese a que el anfitrión de la
cena anual hace una larga introducción, que se antoja un poco pesada, los
demás actores, en diversos momentos paran la acción para sincerarse con el
público y exponerle sus cuitas y experiencias. Inmediatamente sigue la
acción, y los diálogos, más o menos rápidos, mordaces o irónicos, ocupan la
atención del espectador.
El gancho de la obra, a priori
es el ver al elenco de televisivos que se han reunido para la ocasión. Así,
Jordi Rebellón ('Hospital Central') interpreta el papel del desahogado,
económicamente hablando, Ramón, dueño de la casa que acoge el evento. Jesús
Cabrero ('A tortas con la vida') encarna el rol de Jaime, un donjuán alegre
y sin problemas aparentes. Ángel Pardo ('Farmacia de guardia') asume el
papel gay, del reparto: Pedro, cocinero.
Elisa Matilla ('5mujeres.com'), Lola en la obra, tiene reservado a sus
compañeros la sorpresa de que quiere ser madre…con la colaboración de alguno
de ellos…Marta Belenguer ('Camera café'), hace de Pilar, periodista que del
corazón sin escrúpulos. Ana Pascual, la única no televisiva del reparto
encarna el personaje de Victoria, personaje con un ataque de cordura y
sentido crítico que le lleva a discutir y reclamar continuamente, en una
interpretación un poco desigual.
La historia se hace al final con el público, y pretende relacionar de alguna
manera la mentira infantil de los Reyes Magos, con la farsa que supone el
mantener algunas amistades pese a las divergencias que van surgiendo en los
personajes con el paso de los años. Cuando uno descubre, de pequeño la
verdad de los Reyes Magos siente una desilusión, al igual que cuando de
mayores descubrimos la mentira que supone algún tipo de “amistad”. Sin
embargo, y pese a esas desilusiones, la vida continúa, al igual de los Reyes
Magos y la amistad.
El público llenó el San
Luis Gonzaga hasta la bandera, como viene siendo habitual en El Puerto de
Santa María, que sigue demostrando año tras año la fidelidad al Festival de
Comedias, que comenzaba un día antes y se prolongará hasta finales del mes
de agosto. DIARIO Bahía de Cádiz