Más que un simple
monólogo de 'El Brujo',
un espectáculo, apto para muchos
Los
misterios del Quijote o el ingenioso caballero de la palabra muestran su faceta
más teatral y nos presentan ‘El caballero de la palabra’, en el patio porticado
del San Luis Gonzaga. ‘El Brujo’ conduce su espectáculo, sin más acotación
escénica que el cielo abierto de El Puerto de Santa María, el público y... su
palabra.
Sala:
Patio porticado del colegio de San Luis Gonzaga
DIARIO Bahía de Cádiz
PROGRAMA:
EL CABALLERO DE LA PALABRA
Autor: Rafael Álvarez
Intérprete: Rafael Álvarez 'El Brujo'
Sólo
cuatro o cinco personas de las que estábamos entre el numeroso público que
llenaba el sábado 4 de agosto el patio porticado, constituían el universo de las
que no habían leído ‘El Quijote’, según afirmó El Brujo, al poco rato de
comenzar su actuación. Debía ser verdad, pues nadie lo desmintió. ¡Cómo lo
averiguó El Brujo!, supongo que haciendo brujería...
La palabra, la investigación, la fuente, la
meditación, el retiro, la locura y la cordura. ¡Qué locura!
El texto en la mano, el ritmo en la cabeza. La
luz, de dentro para fuera.
El sonido de la voz que narra, de la voz que
entona un cante. El sonido que te llama. Que te advierte. Que no te pierde. Que
te amena.
La palabra. De palabra. La palabra.
Me gustó el espectáculo de ‘El Brujo’, y no fui el
único. El público lo aplaudió y le pidió más. Una hora cuarenta
y cinco minutos que supieron a poco. Y es que su actuación es mucho más que un
simple monólogo, es un espectáculo, apto para muchos. Donde casi todos caben.
Su categoría de artista, juglar, cómico,
despiertan los sentimientos del que lo oye y lo ve. Por muchas razones. Al fin y
al cabo, en gran medida de eso se trata al hacer espectáculo. En eso no hay
magia, ni brujería...
Sólo
cuatro o cinco personas de las que estábamos entre el numeroso público que
llenaba el sábado 4 de agosto el patio porticado, constituían el universo de las
que no habían leído ‘El Quijote’, según afirmó El Brujo, al poco rato de
comenzar su actuación. Debía ser verdad, pues nadie lo desmintió. ¡Cómo lo
averiguó El Brujo!, supongo que haciendo brujería...
y cinco minutos que supieron a poco. Y es que su actuación es mucho más que un
simple monólogo, es un espectáculo, apto para muchos. Donde casi todos caben.
DIARIO Bahía de Cádiz
(BC) v. 1.8.