Sala: Gran Teatro Falla
FAMA. El Musical.
Equipo artístico original: David de Silva;
Jacques Lavy; José Fernández; Steve Margoshes.
Producción:
Videomedia y
Teatro del Sol
Reparto:
Joe Vegas: Sergi Alcocer
Carmen Díaz: Damaris Martínez / Norma älvarez
Nick Piazza: Ferrán González
Serena Katz: Esther Peñas
Iris Nelly: Paula Vázquez / Yolanda Serrano.
Tyrone Jacson: Javier Toca.
Schlomo Metzembaum: Jordi
Grifell
Goody: Jordi Coll
Grace Lamb: Sandra de Victoria.
Sr. Mayers: Salvador Toscazo
Srta Bell: Cristina Castaño
Sr. Scheinkopf: Antonio M.M.
Swing masculino: Juan Dávila
Swing femenina: Carmen Márquez.
Músicos:
Dirección musical: Joan Casals
Guitarras: Carlos Fern´ndez / Sergio Sancho.
Batería: Betel Martínez/ Mario Carrión / Javier
Martín / Cofre Gasol.
Bajo: Carlos de Medina / Joan Casals
Piano: Raúl de Patiño
Teclado: Domech Latorre / Joan M. Pérez
Lo
cierto es que el argumento de ‘Fama, el musical’ poco tiene que ver con la
película y la serie de televisión que alcanzaron la popularidad en los años 80.
Sin embargo, en este “especial musical” tipo Broadway se pueden apreciar otras
cualidades.
En primer lugar, el tratamiento de problemas
sociales y juveniles, de actualidad, como son racismo, drogas, problemas con la
dieta alimenticia… En fin, dentro de un ingenuo y un poco sosote contexto, estos
problemas, que no dejan de ser actuales, son tratados co n
más o menos acierto en la puesta en escena teatral de Fama. Salvando las
posibles intenciones moralizadoras de los guionistas, no dejan de ser problemas
que llegan al público actual.
En segundo lugar hay una actualización importante
de la coreografía. Esta se pone al día con ritmos diferentes de los que
estábamos acostumbrados a ver en la serie de TV. Se incluyen números de claqué,
salsa, break, etc. En este sentido, el musical adquiere una cierta autonomía en
relación con la trama argumental, y de por sí constituye el elemento que atrae
al público de hoy, que, al menos en la representación a la que asistí, contaba
con numerosos seguidores del baile, y supongo que también de asiduos de
academias de danza, en su más amplia expresión.
En tercer lugar, los actores, cantantes,
bailarines, que son la fuerza y dinámica del musical, realizan un extraordinario
trabajo. En este sentido ‘Fama’ constituye un verdadero derroche de acción y
fuerza. Entre el
elenco
hay verdaderos artistas de la danza, el teatro y la canción. No hay que olvidar
que, en realidad, el musical trata de la vida de unos estudiantes de una “High
scool” de arte en Nueva York, donde se supone que se estudian las diversas artes
escénicas.
Por el contrario, el musical resulta un poco
tedioso en la primera parte, dando la sensación de que se está a la espera de
que en la segunda se desarrollen todos los acontecimientos teatrales, e incluso
musicales, ya que es al final de la representación cuando se escenifica el
“Fame. I´m gonna live forever...” seña de identidad de lo que fue la serie Fama
de los 80. La segunda parte mejora sensiblemente.
La
adaptación de las letras de las canciones (hechas ex profeso para el musical)
tampoco ha sido objeto de un meticuloso trabajo, habida cuenta lo difícil que es
musicalizar el español partiendo de textos ingleses, para que suene similar.
En resumen, un espectáculo para todos los público, entretenido y
lleno de vitalidad y energía, con los ritmos más actuales de danza.
DIARIO Bahía de Cádiz |