Sala: TEATRO PEDRO MUÑOZ SECA.
Obra: “LA DAMA DUENDE.”.
Calderón de la Barca.
Compañía: TEATRO CLÁSICO DE SEVILLA.
Dirección: Juan Carlos Sánchez.
Sastrería: Pepe Vázquez.
Musical: Ramón Bocanegra.
Escenografía, vestuario y atrezzo: Antonio
Zannoni.
Iluminación: Jesús Perales.
Reparto:
Don Manuel: Moncho Sánchez-Diezma.
Cosme: Sebastián Haro.
Doña Ángela: Ana Ruiz.
Isabel: Caqui Montoya.
Rodrigo: Joserra Muñoz.
Don Luis: Néstor Barea.
Don Juan: Nacho Bravo.
Doña Beatriz: Amparo Marín.
Clara Gina Escámez.
Sin
entrar en pendencias ni ánimo de polémicas en reivindicaciones de nombres, La
Tarasca o Teatro Clásico de Sevilla, que de hecho comparten una misma
representación de ‘Memorias de Adriano’, nos trajo su versión de la obra de
Calderón ‘La Dama Duende’, uno de los trabajos clave de la producción
calderoniana.
Hablar sobre el significado de la obra de
Calderón, personaje poliédrico, influyente e influenciado de corrientes de
pensamiento y filosofías, sería harto complicado en estas escasas líneas, aunque
siempre sea tentación del crítico.
La obra trata de los amores de una dama, Doña
Ángela, la Dama Duende, joven viuda que recluida en su casa bajo la custodia de
sus dos hermanos, se las ingenia para acercarse a su amado, Don Manuel, el cual
se aloja en una estancia infranqueable...salvo para un “duende”, que haciendo
girar una alacena cargada de vidrio, consigue entrar en tan salvo lugar, y hacer
de las suyas para cautivar el aprecio y amor del galán calderoniano. Muchas
lecturas de un mismo texto según se quieran ver por separado las burlas y
entretenimientos de la obra, o el contenido de la expresión de la falta de
libertad
de quien por el mero hecho objetivo y no culpable de haber enviudado se ve
obligada a la reclusión en la casa familiar. El ingenio puede con la injusta
obligación “moral” y a partir de ahí, el turno del espectador y su reflexión...
Justo es decir que iniciativas como la de traer a
escena ‘La Dama Duende’, aunque sea, y me refiero con ello a la difusión del
Teatro Clásico Español, con un retraso de más de 20 años sobre lo que en Madrid
(y en toda España en giras) viene haciendo la Compañía Nacional de Teatro
Clásico, es de agradecer e impulsar. Y sobre todo si se hace con la vocación de
que sea algo estable y con varias obras en cartel a la vez.
Pero flaco favor le haríamos a la Compañía, si no
le advirtiéramos que la puesta en escena no puede quedar a medias entre lo
ingenioso y lo que se ha de imaginar. Que los vestuarios deben ser mimadamente
cuidados para que llenen la escena cuando no hay profusión de otros recursos
escénicos, para no caer en la leyenda negra de la gola y el traje negro, que a
la postre se torna gris en la mente del espectador. Y que es cierto que para
evitar eso se hacen necesarios los recursos económicos...Y que quien tenga que
aportar, que apo rte,
pues el teatro Clásico Español también lo es Andaluz. Si no que se lo pregunten
a los espectadores que llenaban el nuevo Teatro Pedro Muñoz Seca de El Puerto de
Santa María en la representación de ‘La Dama Duende’.
Muy buena interpretación de Amparo Marín en el
papel de Doña Beatriz. Un correcto Moncho Sánchez-Diezma como Don Manuel, así
como de Sebastián Haro haciendo de Cosme. Ana Ruiz, la encargada de dar vida a
la Dama Duende, Doña Ángela, tuvo momentos dubitativos y algo de sobreactuación,
sin que ello llegue a desmerecer su actuación en general, que estuvo acertada.
DIARIO Bahía de Cádiz
En general una buena representación de uno de nuestros escritores
clásicos universales, Don Pedro Calderón de la Barca. |