Cristina
Hoyos, con su Ballet flamenco de Andalucía, abrió el III Festival de Música
Española de Cádiz
Lleno en
el Teatro Falla para ver el espectáculo presentado por el Ballet flamenco de
Andalucía, con su directora al frente, Cristina Hoyos, y que abría abrió el III
Festival de Música Española de Cádiz. Ritmo, fuerza, compás, sincronización.
Trabajo, mucho trabajo se ve detrás de la estupenda puesta en escena. Una
coreografía impecable, de un nivel altísimo, con la propia Cristina como
coreógrafa y con El Junco como ayudante. Los dos, además bailando. Los tres
movimientos fueron puestos en escena sin solución de continuidad, de un tirón |
Gran Teatro Falla. Cádiz.
“VIAJE AL SUR”
Ballet flamenco de Andalucía.
Lleno en el Teatro Falla para ver el espectáculo
presentado por el Ballet flamenco de Andalucía, con su directora al frente,
Cristina Hoyos. La obra estaba estructurada en tres movimientos. El primero
dedicado a la “Alegría”, el segundo a la “Tragedia” y el tercero a la “Pasión”.
Ritmo,
fuerza, compás, sincronización. Trabajo, mucho trabajo se ve detrás de la
estupenda puesta en escena del Ballet flamenco de Andalucía. Una coreografía
impecable, de un nivel altísimo, con la propia Cristina como coreógrafa y con El
Junco como ayudante. Los dos, además bailando. Los tres movimientos fueron
puestos en escena sin solución de continuidad, de un tirón.
Si últimamente asistimos a la innovación en el
cante flamenco, con las fusiones, injerencias para unos, aportaciones para
otros, evolución en cualquier caso, que nos hace oír a veces acordes de jazz y
blues entrelazados con el cante puro, al ver la obra del Ballet flamenco de
Andalucía, podemos notar que también el baile evoluciona e incorpora pasos y
técnicas. El espectáculo “Viaje al Sur” en este sentido nada tiene que
envidiarle a puestas en escena de otros géneros, incluso musicales tipo “Broadway”,
salvo que la representación fue en el Falla, y eso sí, que la obra “Viaje al
Sur” carece de un argumento con trama de personajes y diálogos. Por lo demás, se
recurre a las más modernas técnicas de sonido: Los cantaores y la propia
Cristina llevan micros diminutos inalámbricos que les permiten moverse con toda
soltura a lo largo del escenario. Junto a ello, se utilizan todos los recursos
posibles para marcar el compás, llegando incluso un momento en el que palmas y
zapateados de todo el ballet al completo más cantaores y músicos, llegan a
superar al propio baile, y tu atención se centra en ello. La iluminación se
torna decisiva en el espectáculo. Los colores, en su justa medida, sobre fondos
negros, dando juego a los espacios tan necesarios para cualquier tipo de ballet.
La escenografía estuvo francamente bien.
El Director escénico, Ramón Oller ha sabido captar
la esencia del flamenco combinándolo con soluciones casi “zen” que dan la
pincelada justa, sin caer en lo espartano y huyendo de lo barroco. El resultado
es un escenario tremendamente dinámico a la par que acogedor e incluso elegante.
Del primer movimiento me quedo con el zapateado de
los bailarines sobre las maletas de viaje. Genial.
El segundo movimiento lo describo: 7
reclinatorios, 13 bailaores-bailaoras, un cantaor y cinco músicos. Negro sobre
negro. El mundo de la soleá. Creatividad. Buen trabajo. Del tercer movimiento me
quedo con la versión por tangos de “corazón partío”. El Junco estuvo muy bien, y
Cristina, como siempre.
Un buen espectáculo para abrir el III Festival de Música Española
de Cádiz.
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