“Acaso
una mirada me bastara. Mirarte y encontrar una palabra: Nada”. Probablemente lo
mejor de la noche. Un “duetto” a capela con Cristina Narea, que acompañó gran
parte de la noche a Luis Eduardo Aute, con coros, guitarra y percusión.
El concierto de Aute tuvo subidas y bajadas, como
el título de su canción: “El ascensor” (o como él la subtitula: “La trampa de
Boetticher y Navarro” “La venganza de Schneider y Otis” o “La revancha de Tyssen-Bornemisza”).
El ingenio y la poesía de Aute estuvieron por
encima del formato del concierto, que lo cierto es que tuvo carencias. Aunque
esta afirmación quizá habría que juzgarla a la luz de la reflexión “Autiana”:
“La verdad es que todo es mentira, menos la mentira que es pura verdad, le dijo
la mentira, de verdad, a la verdad. Y ésta le respondió: Mentira”.
El tema “Rojo sobre negro” inició el esperado
concierto de Aute, que inauguraba la temporada del Teatro Falla. Hasta 19
canciones interpretó con los músicos (tres más en solitario) que le acompañaban
a los teclados, bajo, batería y coros. A la guitarra y a cargo de la dirección
musical, Toni Carmona, que lo hizo francamente bien, consiguiendo sacarle al
instrumento el “sonido Aute” característico. Esa especie de “beat – redondeado”,
sin cambios sorpresivos en los efectos del procesador. En la segunda parte del
concierto desplegó su capacidad como virtuoso, introduciendo varios solos en
clave de blues y rock. De agradecer.
Las subidas y bajadas del concierto: Tal y como el
propio Aute anunció, el concierto iba a ser duro, “así que joderos un poco”. Y
en efecto, la primera parte fue una sucesión de canciones, todas de su
discografía, pero no las más conocidas, lo que hizo que el ascensor no subiera
mucho. En el obligado descanso de los músicos, Aute se quedó solo en el
escenario,
sin guitarra, pero con partitura, la de los “poemillas”, que es como él mismo
definió a la suerte de reflexiones que a modo de actuales greguerías, fue
recitando al público. Y el asensor llegó al “penthouse”. El público se rió,
pensó y sonrió, con cosas como: “Después de mirarte a los ojos...cambié de punto
de vista” “¿Tenía ADN Adán?”; “En el diccionario sólo dos palabras separan
Presidente de presidiario”; ”Glúteos del mundo, aglutinaos”, etc.
Luego, el ascensor bajó un poco hasta situarse a
la mitad del edificio, donde interpretó canciones más conocidas, ya con la
reincorporación de los músicos al escenario. Éstos dejaron definitivamente el
escenario tras la estupenda interpretación de “Con tu latido”.
Y el ascensor volvió a subir cuando de nuevo Aute, solo en
escenario, esta vez con su guitarra pero sin partitura, intimó de verdad con el
público. “De alguna manera” cerró el concierto de Luis Eduardo Aute, que llenó
el gaditano Teatro Falla de incondicionales, que probablemente esperaran la
interpretación de alguno de sus más conocidos temas. Quizá para la próxima...
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