Chambao no
defrauda a sus incondicionales
Un concierto
sin otras connotaciones que la armonía de sus melodías, y el acabado meticuloso
de sus canciones, donde frases, notas e instrumentos son el porqué del grupo.
Aunque el estadio de Bahía Sur, en San Fernando, no se llenó, el público
asistente disfrutó de una noche estupenda cantando y bailando las canciones de
Chambao |
Chambao, y Lamari es su
exponente máximo en esto, es una formación preocupada sobre todo por
la
música. Porque las melodías de sus canciones suenen redondas, sin ninguna arista
que sobresalga. Para su público, para sus incondicionales, es muy importante.
A Mari, la cantante de
Chambao no se le va una nota. Su afinación es envidiable, y su integración con
los coros e instrumentos de la formación hacen que el directo del grupo sea
sorprendente, a pesar de que
la
música de Chambao está plagada de efectos, de voces y acompañamientos más
propios de un estudio de grabación que de un concierto en un estadio. Siempre la
música con fuerte componente electrónico, como el caso de Chambao, es de difícil
puesta en escena.
Dentro de este
contexto, el escenario preparado para la ocasión en Bahía Sur no pasó de
discreto en su decoración, aunque el sonido bien, sobre todo adecuado para la
cantidad de público que acudió, que permitió escuchar el concierto cómodamente
sin necesidad de empujones ni codazos.
Lamari invita a todos
continuamente a no “quedarse paraos”, “bailad...”, “a ver los de la grada, que
no os habéis levantado en toda la noche...”. Entre canción y canción trata de
llegar a su público de
manera
cálida e improvisada, y entre tanto, los temas “Instinto humano”; “Playas de
Barbate”; “Los muchachos de mi barrio”; “Una de tantas”; “Mejor me keo aki”;
“Sueño y muero”; “Roé por la escalera”; “Pasta pa la costa”; “Camino Interior”;
“Pokito a poko”; “Te la creío tu”, van sonando a lo largo de la noche.
Entre medias, algún
solo acústico, como “Volando voy” u “Olvidarme de ti” e incluso un solo de
percusión con dos cajas. Pero la
sorpresa de la noche fue ver aparecer en el escenario a Javier Ruibal. A quien
Lamari calificó de “Maestro” (felizmente Javier no es de Jerez, sino de El
Puerto...). Javier interpretó junto con Chambao los temas “Por tu amor” y el
conocidísimo “Uleré”.
Al final hubo propina:
“Dibujo en el aire” y la esperada toda la noche: “Ahí estas tú”. Cerró la
actuación un “fin de fiesta” flamenco, con Lamari cantando por bulerías, y todo
el grupo, Javier Ruibal incluido, jaleando y bailando.
Chambao
va evolucionando, positivamente, y aunque el directo aún deben mejorarlo un poco
más de lo que lo han hecho, sería también bueno cuidar más los detalles del
escenario y ese contacto fresco y directo de Lamari con su público (que hace que
el espectáculo tenga ese puntito cálido que da lo que parece improvisado), pero
que no se debe confundirse con la impresión que pudiera dar de no haberse
preparado las palabras adecuadas para el lugar, sobre todo cuando se está en San
Fernando, tierra de Camarón y de Chato de La Isla... |
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