Ya sé que lo más “cool” sería
sin duda alguna decir que el concierto del martes 8 en el estadio de Chapín
de Jerez fue uno de los mejores de mi vida, y que BD estuvo genial, lleno de
sentimiento, conmovedor y tal y tal… Pero lo cierto es que pocas cosas
“cool” se nos avecinan si el resto de los conciertos veraniegos que se
planteen en la Bahía son como el del mítico, sexagenario, trasgresor y
artífice del country americano, Mr. Dylan.
Una buena entrada de público en
el estadio, aunque sinceramente esperaba ver muchísima más gente de la que
vi.
No es nada nuevo contarles lo
mal que nos han tratado a los que con nuestro trabajo damos difusión
mediática a los conciertos y eventos musicales. Ya se ha dicho por activa y
pasiva el maltrato a la prensa en relación con los conciertos anteriores en
España. Una pena, tener que decir: “Quién te ha visto y quién te ve” Mr. BD…
Pocas, poquísimas canciones
conocidas de Bob Dylan las que se tocaron anoche. Y si les digo la verdad no
me he tomado la más mínima molestia en averiguar el título de los temas que
interpretó BD.
El noventa por ciento del
concierto transcurrió en un gran aburrimiento, donde se escuchaba más al
público que a la banda del legendario Bob. Country, sí. Pero para aburrir a
las ovejas... Si a eso encima le sumamos la sobriedad de un escenario
¿decorado? en negro, con una iluminación pésima y con los componentes de la
banda vestida de gris…
No se si será la crisis la que
ha traído a BD a nuestras tierras, por aquello de que el otrora todopoderoso
dólar americano, hoy se cotiza por debajo del
euro, y puede que sea más
rentable cobrar en esta última moneda. Pero lo cortés no quita lo valiente,
y al menos el Sr. Dylan podría haber gesticulado un “hola, me llamo Dylan.
Bob Dylan”. Pero nada. A lo justo, presentó a los componentes de su banda al
final del concierto, y ni siquiera se quitó el sombrero, aunque fuera para
brindar al tendido, que puso empeño intentando jalear un poco al sosísimo BD,
con palmas por bulerías.
En fin, que le vamos a hacer.
Esperemos que haya mejor suerte en el próximo concierto, y que no se nos
quede de nuevo la cara como se le quedó a Pepe Isbert la suya cuando vio
pasar por su pueblo la comitiva de los americanos en “Bienvenido Mr.
Marshall”.
Bienvenido de nuevo Mr…Dylan,
aunque detrás de Usted planee la sombra de la crisis.
DIARIO Bahía de Cádiz