La compañía de
Ballet Clásico del Teatro de la Ópera y Ballet de Luviv trajo “Esmeralda” a La
Isla
El Ballet Clásico es
una de las carencias españolas, y por ende, de nuestra tierra. Para empezar, no
existe en España una compañía estatal estable de Ballet Clásico, y aquellos que
tienen la poca fortuna de nacer en España con la vocación de bailarines tienen
que irse irremediablemente al extranjero. Luego se les pierde la pista y no se
les ve bailar en este país. Lo cierto es que el género tiene sus afines, pero no
deben ser tantos como para que la cosa vaya a más. Probablemente esté aquí una
de las explicaciones de porqué se acude a compañías extranjeras para poner en
escena obras de ballet clásico, aunque sea producciones de mediano-bajo
presupuesto, como la que vimos esta semana en el Real Teatro de Las Cortes. Esto
no quiere decir que, en su conjunto no fuera un espectáculo bueno y que el
público no quedara contento. Se trata, simplemente de afición o gustos |
Sala: Real Teatro de las Cortes. San Fernando
ESMERALDA. Ballet
Autor. Cesare Pugni
Compañía de Ballet Clásico del Teatro de la Ópera
y Ballet de Luviv
El
Ballet Clásico es una de las carencias españolas, y por ende, de nuestra tierra.
Para empezar, no existe en España una compañía estatal estable de Ballet
Clásico, y aquellos que tienen la poca fortuna de nacer en España con la
vocación de bailarines tienen que irse irremediablemente al extranjero. Luego se
les pierde la pista y no se les ve bailar en este país. Lo cierto es que el
género tiene sus afines, pero no deben ser tantos como para que la cosa vaya a
más. Probablemente esté aquí una de las explicaciones de porqué se acude a
compañías extranjeras para poner en escena obras de ballet clásico, aunque sea
producciones de mediano-bajo presupuesto, como la que vimos esta semana en el
Real Teatro de Las Cortes. Esto no quiere decir que, en su conjunto no fuera un
espectáculo bueno y que el público no quedara contento. Se trata, simplemente de
afición o gustos. De hecho, aún a pesar de haber tenido que renunciar el Teatro
a las dos primeras filas de butacas, para dar cabida a la orquesta, se veían
algunos huecos en el patio, cosa que no ocurre normalmente con otro tipo de
espectáculos musicales. Esto ya de entrada denota una falta de predisposición
del público a acudir a este tipo de espectáculo.
Cesare Pugni es el autor de la música de
“Esmeralda”. Este italiano del siglo XIX es uno de los verdaderos clásicos del
ballet, y sus obras han sido representadas en todo el mundo, aunque hoy día sea
preferido de las compañías de los ex países del Este. La música de Esmeralda es
perfecta para la trama de argumental: La historia de “El Jorobado de Nôtre Dame”,
de Víctor Hugo. Es cierto que cuando uno oye a Pugni no puede evitar recordar a
Tchaikowsky, pues tienen estructuras similares y connotaciones folclóricas
comunes. La puesta en escena de Esmeralda consta de tres actos, prólogo y
epílogo. La Compañía Ucraniana de Luviv nos trajo a San Fernando un cuadro de
bailarinas y bailarines, de entre los que destacaron Katerina Kurhar en el papel
de Esmeralda; I. Sarozenski en el papel de Frollo, y Nakonechniy en el papel de
Cuasimodo.
La
orquesta estuvo bastante bien, al frente de la cual estuvo Vladimir Harbaruk.
Esta orquesta posee ya una buena experiencia de actuaciones a lo largo de la
geografía española, actuando tanto con ballet, como con ópera, y se desenvolvió
en el Teatro de Las Cortes con soltura.
La escenografía ya es otra historia diferente. Y
creo que no se trata de un problema de dinero, sino más bien de concepto. La
representación de Esmeralda no se puede decir que tuviera una escenografía
“pobretona”. No sería justo. Es cierto que no fue un derroche de medios, pero no
estriba en ello la crítica, sino más bien en el recargo. Recargo de colores, a
veces innecesarios, y decorado mural un tanto barroco. A menudo suelen caer este
tipo de compañías en estos errores. Pienso que hoy día la escena se entiende
mejor con otros conceptos más simples, pero más pensados y estudiados acerca de
la obra, su autor y sus personajes.
La próxima semana hay otro clásico de Ballet en el Real Teatro de
las Cortes: Giselle de Adolphe Adam. Seguro que será también un buen
espectáculo, y esperemos acuda todo el aforo del Teatro. |