Tuve la ocasión de verlo la
noche del sábado 16 en el local de la Peña Camarón, por gentileza de
Antonio León y Antonio Jiménez, quienes me llamaron para decirme que merecía
la pena ver bailar a Alberto Sellés.
La Peña hasta arriba, y a pesar
de lo jovencísimo que es (16 años), ya tiene un nutrido grupo de fans e
incondicionales, que lo jalearon y aplaudieron en pie, cosa que por otro
lado mereció Sellés ya que se volcó en la actuación del sábado para su
público de La Isla.
Con un cuadro flamenco clásico,
comenzó bailando alegrías, en un anuncio de lo que sería su espectáculo,
cargado de fuerza y simpatía. Tangos, seguiriyas y bulerías siguieron en el
repertorio.
Alberto tiene ideas, y muy claro
lo que es bailar con un cuadro como el que se dio cita con él la noche del
sábado: Poca improvisación. Sin recurrir a figuras creativas o novedades
pantanosas, Alberto Sellés hizo una actuación seria pero derrochando
simpatía para con el respetable. Hasta en tres ocasiones se cambió de
vestuario, cuidando mucho los detalles, y reservando la improvisación para
el fin de fiesta, con todo el cuadro en pie y dando entrada al baile a
alguno de los asistentes a la Peña e incluso a uno de los guitarristas.
Después salió zumbando para Barbate, donde le estaban esperando para actuar
a las 2 de la mañana.
Alberto Sellés, con sus
16 años, su simpatía y su fuera, es la nueva figura del baile flamenco. Y es
de La Isla. DIARIO Bahía de Cádiz