“El olvido sólo genera ignorancia”
Existe una gran laguna en lo que se refiere a
la historiografía local isleña sobre todo lo referente a la II República, la
guerra civil y el franquismo. Sin embargo, al calor del ‘boom’ que esos temas
han experimentado en España en los últimos años, y al socaire del polémico
fenómeno político y social que ha venido en llamarse Recuperación de la Memoria
Histórica, parece las cosas están cambiando en San Fernando, a pesar del
conservadurismo que se le suele achacar. En este contexto cabe situar un
reciente trabajo de investigación sobre la figura del último alcalde de la II
República en La Isla, Cayetano Roldán Moreno, que fue militante de Izquierda
Republicana y gozaba de gran predicamento y cariño en la población, tanto entre
personas de izquierda como de derecha, pero sobre todo entre los ciudadanos más
humildes, con los que demostró una constante gran generosidad. Es eso lo que
hace más incomprensible la saña con la que fueron tratados él mismo y sus tres
hijos varones, pues los cuatro fueron asesinados tras el triunfo de la
sublevación militar de 1936 en La Isla. Aunque entre las generaciones que fueron
testigos directos de los hechos su memoria y su reputación siguen vivas, su
figura fue borrada de los anales locales, y aún hoy continúa presa de un olvido
y del tabú que aún hoy persiste en todo lo que atañe al referido periodo
histórico. Porque, ¿cuántos isleños saben quién fue el hombre que da nombre a
una de las avenidas de la ciudad? Es por ello que el trabajo de investigación
realizado por la joven historiadora Patricia Fernández Marín está revestido de
un enorme valor, y es merecedor de que la Fundación de la Cultura del
Ayuntamiento lo editara. |
Es Patricia Fernández Marín una joven historiadora
isleña, que ha tenido la ‘osadía’ de realizar un trabajo de investigación sobre
un periodo histórico de San Fernando que aún hoy en día sigue considerado como
tabú y que hasta hace poco parecía relegado al olvido. Nuestra paisana se
interesó en la figura de Cayetano Roldán, el último alcalde de la II República
en La Isla, a raíz de la cobertura periodística que se dio al homenaje celebrado
en su memoria el pasado 28 de octubre de 2006. Eso, la obligación de realizar
un trabajo académico para la asignatura ‘ Métodos
de Investigación Historiográfico’ y la carencia de un estudio sobre Roldán
fueron los motivos principales que la movieron a acercarse al personaje, a pesar
de que algunas personas le recomendaron no remover el asunto.
DIARIO Bahía de Cádiz
“He realizado
un trabajo histórico, no político”
Ante todo Patricia nos recalca que en el trabajo
deja muy claro que su estudio “no tiene carácter político: yo he realizado un
trabajo histórico… ¿A mí que más me da que Cayetano Roldán fuera de izquierda y
republicano? En el futuro a lo mejor hago otro trabajo sobre un alcalde de
derechas. Yo soy historiadora –enfatiza-: simplemente me ha interesado Roldán
como figura histórica. Yo me limito a consignar hechos que están documentados y
son contrastables; analizo causas y efectos. Es evidente que en otros lugares se
cometieron las mismas injusticias y barbaridades con gentes ‘del otro bando’. En
este sentido, he tratado de ser el conducto por el que se expresa la Historia, y
no quien la crea”. Sin embargo, a juicio de Fernández Marín, ello no impide
para que haya que arrojar luz sobre ese periodo, porque “no es conveniente
olvidar, ya que el olvido crea ignorancia, y ésta nos lleva a cometer los mismos
errores nuevamente”. Indica también la historiadora que uno de los
principales problemas es que la poca información de que se dispone está muy
fragmentada, por lo que uno de sus propósitos ha sido precisamente el de brindar
una visión global.
DIARIO BC: Si le parece bien, comencemos
situando a Cayetano Roldán en su contexto… ¿Cómo era La Isla en la que vivió
Roldán?
PATRICIA FERNÁNDEZ: Las condiciones de
vida, sin llegar a ser paupérrimas, no eran precisamente buenas… La economía
local se había basado tradicionalmente en la explotación de las salinas, pero
por los años treinta la actividad se encontraba de capa caída, debido a una
enorme bajada en las exportaciones. Otro de los pilares económicos, el sector
naval, pasaba por una gran crisis, hasta tal punto que un diputado provincial
hubo de desplazarse a Madrid para llamar la atención del Gobierno sobre la
gravedad de la situación y así recabar su apoyo. Los sectores primarios,
agricultura, pesca y ganadería se orientaban básicamente al autoconsumo.
DIARIO BC: ¿Cómo era la sociedad isleña?
PATRICIA FERNÁNDEZ: Lo militar tenía un
enorme peso. Por entonces La Carraca era Base Naval. De hecho, el que la
práctica totalidad de la oficialidad de la Armada en La Isla apoyara el golpe
fue determinante.
DIARIO BC: ¿Y en qué estado se encontraba la
enseñanza?
PATRICIA FERNÁNDEZ: Durante la República
dejaron de subvencionarse los colegios religiosos, pero al poseer capital propio
se mantuvieron abiertos. Eso sí, muchos padres se quejaron porque el
Ayuntamiento retiró el apoyo económico a esos centros educativos, pues querían
una formación cristiana y católica para sus hijos. También existía el temor a
que esas escuelas fuesen saqueadas. En lo referente a la enseñanza pública,
durante la brevísima alcaldía de Roldán –no llegó a estar más de cinco meses en
el cargo, aunque en anteriores Corporaciones ocupó el cargo de concejal- se
expropiaron algunos terrenos y edificios para convertirlos en escuelas, al no
disponer el Ayuntamiento de mucho dinero. Páez Fernández, en su estudio sobre el
tema, trata muy bien estos aspectos.
Aires de
sublevación
Parafraseando a Unamuno, la Historia oficial
frecuentemente se centra únicamente en los grandes personajes y en sucesos
relevantes; pero tan interesante como todo eso es la Intrahistoria, esto es, la
vida cotidiana de la gente común. Centrándose en los días previos al golpe,
Fernández Marín informa: La última acta republicana está datada el 15 de
julio; se centra principalmente en la próxima celebración de la Velada. Los
concejales debatieron sobre la oportunidad de que se celebrara o no, debido a
que no se ponían de acuerdo en si en esa ocasión se podría celebrar con el
esplendor que merecía una ciudad como San Fernando. Finalmente se dio el visto
bueno, y en el programa se incluyó la distribución de 1.000 kilos de pan y
quinientos ‘pucheros’ entre los más necesitados. También formaba parte del
programa el tradicional desfile de las tropas, pero el 18 de julio lo que se
acabó produciendo fue un despliegue de efectivos militares, incluyendo la
sustitución de la bandera republicana por la rojigualda.
DIARIO BC: ¿Podría decirse que la Corporación
Municipal estaba ajena a lo que se avecinaba…?
PATRICIA FERNÁNDEZ: En realidad,
no… De hecho, en el diario local “La Correspondencia de San Fernando”, con fecha
15 de julio, se publica un bando firmado por el propio alcalde Cayetano Roldán,
en el que manifiesta que según un telegrama remitido por el Gobierno existe la
posibilidad de que se den una serie de movimientos insurreccionales y una
conflictividad social que debían ser controlados, y que en caso de producirse
serían castigados aplicando la ley.
Hombre de grandes inquietudes
sociales
Una vez bosquejado el contexto, la entrevista se
centra en la persona de Cayetano Roldán Moreno. Patricia nos comenta que tuvo la
fortuna de conocer a su nieto Juan Manuel Fernández Roldán, que le facilitó
datos, documentación y fotografías de su abuelo.
Patricia comienza centrándose en el Roldán
‘político’, destacando sus medidas de carácter social: Era una persona que
miraba mucho por el pueblo, muy humanitario. Así nos lo describe José Casado
Montado. En ello influirían sus estudios y su actividad profesional como médico.
Explica la joven historiadora que Roldán gozaba de una buena posición económica;
de hecho vivía en una gran casa y contaba con criados.
Roldan tuvo 8 hijos, tres varones y cinco mujeres.
De los varones, los mayores estudiaron magisterio y medicina. Precisamente con
su hijo Manuel, el maestro, Cayetano Roldán vivió un lance novelesco: Sucedió
–relata Fernández Marín- que Juan participó en las Misiones Pedagógicas
promovidas por la República. Por ello se desplazó a Asturias, donde se implicó
en los sucesos de 1934 –conocidos como la Revolución de Asturias, y a los
que que algunos historiadores califican como intentona golpista de las
izquierdas-, motivo por el que fue encarcelado. Para liberarlo y
traerlo a San Fernando, Cayetano Roldán hubo de desplazarse a Madrid, donde
consiguió un salvoconducto para ir a Asturias. Juan perteneció a una de las
varias logias masónicas radicadas en San Fernando, en concreto a la que se llamó
‘Igualdad’.
Cayetano Roldán Moreno, el último alcalde
republicano de San Fernando, vio truncada su vida el 28 de octubre de 1936 a los
54 años, asesinado ante la tapia del cementerio junto con otros compañeros de
ideales, tras sufrir un penoso encarcelamiento en las mazmorras del
Ayuntamiento. Su familia quedó destrozada, y el ensañamiento y la crueldad de
que fue objeto llegó al extremo de que antes de morir, al rogar que hicieran con
él lo que quisieran, pero que no tocaran a sus hijos, uno de sus verdugos –al
que había ayudado a nacer- se regodeó diciéndole que ya éstos también fueron
fusilados, incluidos el menor, que contaba sólo 18 años. Una vida la de Cayetano
que bien pudiera ser el argumento de un drama lorquiano. En definitiva, una más
de las muchas tragedias que tuvieron a San Fernando como escenario durante
aquellos años aciagos. |
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