La ahora delegada de Hacienda
del Ayuntamiento de Chiclana, Manuela Moreno, ha comparecido ante la prensa
para mostrar facturas por valor de 1,7 millones de euros que el anterior
equipo de gobierno cuatripartito, liderado por el PP, no abonó al no tener
consignación económica en los presupuestos para ello.
La edil socialista ha resaltado
que cuando se encargaron a los diferentes proveedores la realización de las
múltiples labores, el entonces Gobierno local “sabía perfectamente que no le
iba a poder pagar, puesto que no había dinero para ello”. Destacan de las
cantidades los más de 800.000 euros de la Delegación de Vías y Obras. Las
facturas corresponden, en muy buena parte, a pequeñas y medianas empresas
chiclaneras.
Tras la reconquista del poder,
el nuevo equipo de Gobierno, liderado por el PSOE, dice haberse puesto como
meta abonar todas esas cantidades, “aunque ello signifique emplear un dinero
muy necesario para llevar a cabo nuevas actuaciones en la ciudad”. Pero el
problema llega “cuando acuden al Ayuntamiento proveedores que afirman haber
realizado un cometido para el Gobierno de Marín y no hay ninguna
justificación ni factura de que se haya llevado a cabo o los funcionarios no
le han dado el visto bueno a esas facturas, al no poder haber podido
comprobar que realmente se llevó a cabo la labor especificada”, señalan en
un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz fuentes municipales.
La situación es tal que el
actual Ejecutivo municipal se ha encontrado con problemas como la
posibilidad de que la ciudad no contara con alumbrado extraordinario de
Navidad, dado que no estaba presupuestado y la deuda con la empresa
suministradora era enorme.
Mas el capítulo de las facturas
fuera de consignación, no obstante, no se encuentra cerrado, según el
tripartito chiclanero. El mismo miércoles día 25 entraba por Registro del
Ayuntamiento una de un establecimiento hotelero de Novo Sancti Petri por
valor de casi 12.000 euros, por una cena ofrecida con motivo de una entrega
de premios deportivos. Aunque se trata de este área, se incluye en las
delegaciones de Turismo y Fomento.
El PP ha solicitado al equipo de
Gobierno las facturas fuera de consignación, a lo que se le ha respondido
enviándole un listado de ellas y poniéndolas a su disposición en las
dependencias municipales, dado que, por la Ley de Protección de Datos, no se
le puede facilitar copia.
“DOS VARAS DE
MEDIR”
Manuela Moreno se refirió a las
dos varas de medir del PP que, por un lado, pide reducciones presupuestarias
en determinados capítulos debido a la crisis y, por otra, llevó a cabo una
fuerte política de derroche. En este sentido, ha señalado los numerosos
viajes realizados por algunos concejales, tal es el caso de José Lechuga
que, por ejemplo, gastó 4.000 euros (1.000 de ellos no han podido ser
justificados y no han sido abonados) en un viaje a Bratislava, capital de
Eslovaquia, para presentar la candidatura de Chiclana para la celebración de
un campeonato de voley playa para personas sordas. Londres, Berlín,
Tenerife, Granada o Castellón fueron otros de los puntos a los que viajó
este concejal popular en los 17 meses en que permaneció en el cargo.
Otro de los ediles más viajeros
fue Agustín Díaz, ex delegado de Educación, que visitó lugares como
Santander, Barcelona, Madrid o Bruselas. En este último caso, fue a unas
reuniones sobre la obesidad infantil, acompañado de un funcionario y un
cargo de confianza. “El Ayuntamiento no puso jamás en marcha, no obstante,
ninguna iniciativa relacionada con este asunto”, remarca la edil de
Hacienda.
Entre otros ejemplos de los
“derroches” realizados por el PP durante su permanencia en el Gobierno
chiclanero está una comida en un restaurante de la ciudad en diciembre de
2007 en la que el delegado de Turismo, que comió junto a otras dos personas
que no han podido ser identificadas, gastó 223 euros (el menú incluía jamón
de jabugo, carabineros, lubina, cafés e inclusos combinados). “Al parecer,
hay crisis para unos sí y para otros, no. Esa comida del señor Lechuga,
incluidos los cubatas, la pagamos todos los chiclaneros”, lamenta la
concejala socialista.
A ello suma la ahora responsable
de Hacienda que los concejales populares –no se habla de los ediles de IU,
del PA ni del PSA, que compartieron gobierno con los conservadores- pasaban
todos los gastos y dietas que realizaban, desde los estacionamientos en
aparcamientos (se llegan a contabilizar algunos de incluso 1,80 euros, de la
edil Teresa Ruiz-Sillero), cafés, refrescos, botellas de agua, cervezas,
desayunos, desplazamientos a Cádiz e incluso dentro de la localidad (hay
constancia de dietas por ir a la Casa del Coto o a Sancti Petri, a una
comida de la empresa Cemabasa).
Otra vez el ex concejal
de Turismo, José Lechuga, es quien más dietas presenta, aunque también las
hay de Agustín Díaz o de Teresa Ruiz-Sillero, a la que le consta, por
ejemplo, en un par de casos, dietas por desplazamientos a Cádiz para ser
entrevistada por una televisión local de la capital. “Muchas de esas
facturas no tienen el visto bueno de los funcionarios, sino de los cargos de
confianza que había nombrado el alcalde, Ernesto Marín”, remata Moreno.