La experiencia acumulada, por
aquellos, cuya vida es longeva, si han sido personas observadoras y retenido sus
vivencias en cualquier momento de su vida, pueden hacer, una fiel apreciación y
comparación de los hechos, de las diferentes etapas de su vida.
Ayer, en mi
caso, recuerdo haber reprochado ásperamente, ciertas costumbres o
posturas, tomadas por gente de visión diferente a la mía, que llegados del
extranjero traían consigo, que tampoco eran bien vistas por la sociedad de
entonces. Poco más tarde, aquellos mismos que reprochamos, aunque no
llegásemos a practicarlas, si las hubimos aceptado, en mayor o menor grado,
como práctica normal. Estos son los cambios que creo, sufre la
sociedad con el transcurrir del tiempo y que marcan las diferentes épocas, de
los que las hemos vivido, mientras otros más conservadores siguen reprochándolas
y reteniendo el avance del tiempo.
Trato de retroceder para reencontrarme con mis
primeras experiencias, todas ellas complejas en un principio, pero con el
transcurrir del tiempo, se han ido dilucidando, en consonancia con mis
conocimientos y mi reducida sabiduría. Y es que ayer como hoy, en esto de las
costumbres, se siguen cociendo habas, en todo lugar y tiempo. Porque tan lento
es le progreso que experimenta una generación, que apenas se la puede apreciar.
Contemplamos, eso sí, que las costumbres cambian y con ellas, la visión de la
ética y la moral, que sufren ciertos cambios de apreciación y juntamente con
todo ello, nuestra propia vida. Son nuevos métodos, mas en consonancia con el
tiempo, y la sociedad, diseños y proyectos de vida, menos intensos y profundos,
para los que somos más adaptables (los más liberales) en la forma de
conducirnos.
Recuerdo ayer, como ejemplo, a un grupo de amigos,
cuando tildábamos de marica por su comportamiento a otro compañero que llevaba
slips en vez de calzoncillos o al que, usaba calcetines de dibujos con colorines,
o se peinaba de esta forma o de la otra, cuando en realidad, transcurrido un
corto tiempo después, los que así habíamos pensado, adquiríamos las mismas
costumbres.
Contemplados, que cada tiempo, tiene un matiz y
características propias y es el margen de libertades, del que se puede disponer
para hacer uso de ellas, porque en realidad son las definen con claridad el
avance de una sociedad. Por lo que, tanto antaño como hogaño, las cadenas que
amarran a una sociedad, han sido siempre, la moral, costumbres, conocimientos,
convicciones e ideales, de las personas, que son las que en realidad, las que
han coartado sus libertades y les ha puesto impedimentos, a la hora de gozar de
un mayor y amplio campo de acción, que se les permita desenvolverse y obrar,
conforme les dicta sus convicciones, intereses y necesidades. Por lo que
dependerá de lo amarrado, que cada cual se encuentre a sus valores sus
creencias, ideales, familia y sociedad en la que viva, las que le indicarán, al
mismo tiempo, el margen o campo de acción en el que se puede desenvolver.
Resumiendo,
en todo tiempo, las reglas que impone la sociedad que obligan al individuo, a
cumplirlas, significará siempre un obstáculo que le impedirá realizarse con
libertad, ya que al no cumplirlas, se le amonestara, sancionara, incluso
encarcelará, por culpa de esta sociedad estrictamente poco permisiva y si
algo atrasada. Limites, que serán más generosos, cuanto más avanzada está una
sociedad y se le permite al ciudadano, un radio mayor de libertades, para
obrar libremente y sin temor a ser amonestado, criticado o reprendido. Forma de
poder realizarse y demostrar abiertamente su verdadera personalidad.
Y deseo encomiar, aquellos, que en todo tiempo “por
insensatos”, “poco responsables”, o realmente porque fueron mas valientes, se
atrevieron a revelarse contra todo aquello que les ataba, rompiendo o saltándose
toda barrera que se lo impedían, para así, obrar con libertad, aunque para
ello, muchos, lo hayan tenido que pagar caro ante la familia y la sociedad a la
que entonces pertenecieron. DIARIO Bahía de Cádiz
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Un canto al amor
o el amor es joven
¡Josú que caló, madre
mía!
¿Cuál es el precio
de una persona?
¿Quién es,
ese tal, que digo conocer?
Mens
sana in corpore sano o la alegría de vivir
La marea humana
La sopa boba, a su
alcance
Dejadme soñar,
la realidad es desabrida
Lágrimas y penas
Evgenilla se llamaba
Desviaciones humanas
Cada cual, su camino
siga
y Dios les acompañe
Como apéndice
a mi carta anterior
Encuentro con la
adversidad
Lejos de toda etiqueta
Un filón de opiniones
Para tomarlo en serio
Ciudadanos de primera
y de segunda
Salud, dinero, amor
y entendimiento
Ha ganado la
democracia
¿Qué palanca mueve nuestra voluntad?
Cada día más basura
La manzana seductora
Otra más y me planto
De corazón fuerte y coraza bruñida
Dogma de Fe, una
opinión más
Prudencia, ante todo
El agua clara y el chocolate espeso
Ni un alto en el
camino
Historias de Navidad
Experimentado
Fallo o error
Ese, no soy yo (El espejo)
Amor eterno
El valor de la ética
¿De qué color es España?
Olvido o distracción
El tocón
No hagas para otro lo que para ti
no quieras
Se debe confiar en la justicia
¿Qué fueron de ellas? (Evocación al
amor)
Seamos corteses
¡Marchando una de lo mismo!
Hombres sabios que nos gobiernen
El ruido dejará al planeta en
silencio
Como decíamos ayer
¡Qué tiempos aquellos!
Tal lo veo, así lo narro
Connotaciones sobre la felicidad
Corruptos
Hilvanes
Romper
¡Vaya ralea!
Viajar, no siempre es recomendable
Un mismo destino
Tanto monta
Sin desearlo, nos persigue
Querencias que matan
Ha sonado la alarma
El malaje
Alcalde o alcaldesa
Poder Judicial y sus “fallos”
Amor a la vida y a la madre tierra
Que hubiera sido de… esto o aquello
si…
Algo huele mal
¡Señores, atención por favor…!
Astuta difamación
Para carne, carne, la de membrillo
Aún queda un largo camino
Atención que pinta
Algo más de optimismo
En memoria de aquellos campesinos
De Profesión estilista
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Puerta de escape
Pequeñeces
¿Quién es el último?
Resabiados (Sólo es, mi opinión
personal)
Actividad y creatividad
Viajamos con el tiempo
Miedo y sus derivados
¡Y en Navidad!, ¿no lo han podido
prorrogar?
Echar el pulso
Huevos fritos con patatas
Cuando nos volvemos jueces
Para siempre, seré tuya
De profesión: espía
Bella es la campiña
Escalada de la ignominia
Hablar o escribir para otros
Salto de cama
Sed risueños
Manos mil
Ayer como hoy
Tolerancia y limitaciones
El éxodo
¡Oh madre qué mundo!
Conjeturemos sobre la felicidad
Bruno
No se debiera callar
El color de las cosas
Paraíso de ilusión
Tiempo y espacio
Madre natura
Maná del cielo (Al agua, un tesoro
inapreciable)
Pesadillas
Entre Alfa y Omega
Fantasmas
El ágape
El fénix de la felicidad
El trovero
Confusión
La procesión, va por dentro
La familia colabora
Cara dura y arte, es lo que vale
Conozcámonos mejor
Mis puntos de vista, que comparten
muchos otros
Apetencias
Dulces
Al tropezón, le sigue el batacazo y
de inmediato el descalabro
Ese hombre
Perritos calientes
Como veo mi Bahía
La fórmula del repostero
"Pa" mañana salmonetes
Martes trece
Mi presentación |
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