PORTADA

 Noticia del día

 Cádiz

 Jerez

 San Fernando

 El Puerto

 Chiclana

 Puerto Real

 Rota



 El Mundo

 Deportes

 Opinión

 Cartas al Director

 Foros

 El Derrotista

 Servicios

 El Tiempo

 Prensa/TV/Radio

 Entrevistas

 A Fondo

 Foto-Noticias

 Toros

 Bahía Cultural

 Carnaval366Días

Escribe aquí tu CARTA AL DIRECTOR

 Suscribirse

 Patrocinadores

 Publicidad

 TIENDA BC

 Quiénes somos

 Preguntas frecuentes

 Contacto Prensa

 Hemeroteca


 

 

 EL SECRETO DE COPÉRNICO

Morir cuando te dé la gana

 ANA ISABEL ESPINOSA

 (Abogada, escritora y columnista  - http://anaisabelespinosa.blogspot.com -)   opinionanaespinosa@hotmail.com

 

ANA ISABEL ESPINOSA

Después de la agonía de Eluana se ha abierto un debate profundo sobre la necesidad de defender la muerte digna, sobre la idoneidad de dejar en manos de otros algo, tan consustancial e intimo, como es tu propia muerte.

 

Para proteger nuestros últimos deseos se estableció el testamento vital que te permite que sea el propio interesado el que establezca los trámites para su propio fallecimiento, en caso de imposibilidad o de padecer una enfermedad terminal, negándose a que se le traten con medios perpetuadores de vida artificial, como en el caso de Eluana, la alimentación o también los respiradores.

 

Ese mismo protocolo que se establece notarialmente en la mayoría de los casos y que por ejemplo en Andalucía se efectúa por una simple llamada y dando fe de tu decisión en tu propia casa, te permite establecer que en caso de estado vegetativo, de imposibilidad para dejar claro cual es tu voluntad, ésta, quede establecida en lo que respecta a los cuidados paliativos, es decir, al suministro de calmantes para evitar el dolor, aunque lleven consigo inexorablemente la cercanía de la muerte.

 

No creo que Ramón Sampedro condenado a suicidarse con cianuro tras batallar sin éxito por los tribunales, ni Chantal, la francesa que padecía un cruel cáncer que le deformó y causó enormes dolores no quisiesen vivir, porque no eran jóvenes suicidas que abrumados se tiran por un barranco, lo que no querían era soportar la lacra en que se había convertido su vida y tenían todo el derecho para hacerlo así.

 

Estamos en un país en que se aceptan las creencias  de la mayoría, en el que se destinan fondos públicos y privados a llevar a cabo esas creencias  a la calle y a la visibilidad, a presumir de ellas y echárselas en cara a todos aquellos que nos las comparten, pero que se acepta muy poco las creencias de los demás, en el que importa muy poco los ritos o las libertades de unos pocos, a los que se les condena a la marginalidad y el ocultismo.

 

La gente tiene miedo, miedo de expresar lo que siente, miedo de que le marginen en su trabajo o sus amistades, miedo a decir que es diferente por lo que cree y  lo que piensa y miedo a llegar a un hospital y que le condenen a perpetuar una vida, que ya no es mas que dolorosa llaga.

 

Hay comunidades en las cuales el testamento vital no es sencillo, sino que lleva tramites que parecen inacabables, porque supone tiempo y dinero, siendo las dos cosas importantes, cuando no decisivas, para una persona que ya se encuentra en el trance de morir.

 

Porque no nos engañemos, el que pide morir con dignidad lo pide, primero porque es libre de pedirlo y puede, y después, porque le es imposible continuar con su vida.

 

El drama es cuando, como Ramón Sanpedro o Inmaculada Echeverría, solo queda una mente brillante atada a un cuerpo que ya no quiere funcionar, y la mente se rebela, pero el cuerpo resiste, alimentado artificialmente, respirando por medio de maquinas creadas para salvar vidas que no quieren ser salvadas, como la de Eluana, que tras ver padecer a un amigo muy querido, que sufrió un accidente tan grave como el de ella misma, decidió no pasar por esa agonía jamás y así lo dejó dicho a familia y amigos, pero la barbarie, la testarudez y la obcecación de algunos, que se creen mas sabios que el mejor de los profetas, la hicieron ser burla de todo lo que había deseado, y morir de inanición cuando la maquina de alimentación artificial fue desconectada.

 

Es calvario de familia, cruel afrenta a la voluntad libre y poderosa del enfermo que no quiere sufrir, ni perpetuar su agonía, es retener lo que se ha ido, por el mero hecho del poder hacerlo, del estar por encima de las personas y asemejarse a los dioses, cuando lo mas importante es el ser humano, su vida plena y deseada. DIARIO Bahía de Cádiz


ARTÍCULOS ANTERIORES

 

Fascistas al poder

Los padres de Marta

El hijo bastardo de dios

¿Está prohibido pensar?

Sortilegios

Sopa de piedras

Amor verdadero

¡Mira que la vida aprieta!

Feliz Navidad

Cómo lo saben las moscas

La niña

Pater familias

A vueltas con lo mismo

Cotorras de mente estrecha

La fosa de Lorca

¡Qué pena de educación!

Déjame morir en paz

Los papeles de Kafka

Y de nuevo Gran Hermano

El amor duele

Brujos y dictadores

La Reina cobra

El cielo sobre nuestras cabezas

¿Están con la depre?

Verde, que te quiero verde

Oros por llegar

Fauna de la Puntilla

Por la misma cara

Úrsula tiene novio

Van Gogh

La Eurocopa, Guiza y el amor

Por la boca muere el pez

Pepe Gotera y Otilio

Abuelas de primera división

Alberto Contador o la nueva pantera rosa

...

Mujeres como las de ahora

El raro del instituto

Orientadores de papel

Casa de muñecas

Libérate me

La niña de la cuchara de plata

Liberales de pacotilla

Vándalos, de andar por casa

In presentables

¡Ay Mary Luz, Mary Luz!

Con M mayúscula

Inútiles sin frontera

Presos

La inquisición, las rosquillas y el papa negro

Las mariconadas de los homófobos

Plegarias al dictador

Autobuses de damas

La evolución de Darwin

DIARIO Bahía de Cádiz (BC) v. 1.9.
© 2004-2009 DIARIO Bahía de Cádiz

Publicidad | Contáctenos

¿Quiénes somos?  --  Aviso Legal  --   Suscribirse  --   Poner como página de inicio  --   Añadir a Favoritos                          Imprimir esta página

 

 

 

Publicidad         

 

C/Profesor Antonio Ramos, 12, 3ºIZQDA - 11.100 San Fernando (CÁDIZ)
Redacción: redaccion@diariobahiadecadiz.com  Dirección: danyprensa@yahoo.es   Teléfono: 658 685 782